miércoles, 12 de enero de 2022

Pozúa.

Tenía pendiente la cumbre del Pozúa que había dejado a medias en la despedida de año del 2019 junto a Manuel, Susi y Pedro (ver aquí) y sobre todo por tenerla en mente para futuros proyectos así que aprovechando la estancia veraniega en Soto de Sajambre, el día 11 de agosto de 2021, hasta allí me encaminé. Si bien en el intento comentado el punto de partida fue desde el Pontón, en esta ocasión quería pasar por la majada de Pozúa cuyo emplazamiento tan buena impresión me había causado aquel día 


Así pues, tomando como punto de partida la fuente del infierno


comienzo la subida por la pista que parte desde su derecha


que pronto va ganando altura por el corazón del bosque. Hay dos opciones: seguir su trazado o recortar por alguno de los atajos existentes. Yo seguí esta segunda opción, si bien la pendiente se acentúa considerablemente aunque la sensación de recorrer el bosque siempre compensa


Sea cual sea la opción escogida, finalmente los atajos se unen al trazado de la pista casi ya finalizando el bosque para alcanzar un pequeño claro desde el que así se ve el Pozúa


y en el que me encuentro este tronco caído de árbol que me hace soñar configuras mitológicas, viéndose las cumbres del Pozalón y Niajo al fondo


tras esta ensoñación, el hayedo toca su fin justo antes del emplazamiento de la majada de Pozúa


el lugar es idílico aunque me detendré para su contemplación al regreso. Aún queda mucho terreno que recorrer así que la cruzo y continúo la ascensión dejándola atrás y ampliando vistas hacia el tajo del desfiladero de los Beyos con Carriá a la izquierda y porra de Valdepino a la derecha y Beza con todo el protagonismo sobre un diminuto Oseja de Sajambre asomando sobre los últimos árboles del hayedo


prosigo valle arriba para alcanzar las hoyas de Pozúa  desde las que me voy escorando a mi izquierda poco a poco, dejando a mi derecha el Pozúa y su amplia ladera oriental


para alcanzar la línea divisoria del valle y de León y Asturias en el punto entre el collao Argayao y el alto de las Arregueras donde me había quedado en el intento de 2019 y desde el que ya me limito a seguir la alambrada "divisoria" 


que me encamina por un terreno bastante tomado de vegetación, directamente hacia la arista del Pozúa, cada vez mas cercano


a la izquierda voy viendo la sierra de Pármede y el valle de Hoyo Quemado, con el Yordas y Peñas Pintas al fondo


atrás va quedando el alto de las Arregueras que se ofrece como proa hacia el valle de Vegacerneja y el camino recorrido desde él,  ahora ya más limpio de vegetación y con algún jitu


por el que llego cómodamente a la cumbre


las vistas son espectaculares en todas las direcciones

al norte:

desfiladero de los Beyos; Porra de Valdepino; peña Beza; Jario y tras ellos macizo occidental de Picos de Europa con la sur de Peña Santa en todo su esplendor. Abajo: Oseja de Sajambre y Ribota de Arriba


hacia el noreste: 

sierras de Cebolleda y Gabanceda con el macizo central de Picos de Europa con sus cumbres emblemáticas a la vista


hacia el sureste: aunque lejanas, las cumbres de la montaña Palentina Tres Provincias; Peña Prieta; Murcia; Curavacas y Espigüete. El valle de Vegacerneja en primer plano y el Pandia, tras ella


al suroeste sierra de Pármede, en primer plano y Mampodres al fondo


al oeste: Ten y Pileñes con Peña Negra y Peña Mora, empastadas delante y Tiatordos al fondo a la derecha


al noroeste: Pozalón y Niajo con Pierzu y Carriá por detrás. El Cantábrico cubierto por las nubes.


Disfruto de estas vistas que contemplo con detenimiento, si bien he de estar algo por debajo de la cumbre en sí ya que un enjambre de hormigas aladas tiene tomada la cumbre


a la que poco mas tiempo que para hacerme la foto de rigor, puedo acceder


y tras ella, ya para abajo. He visto que me puedo descolgar hacia las hoyas sin llegar al alto de las Arregueras acortando el recorrido y en busca de ese paso voy (en rojo, subida. En azul, bajada)


Es fácil dar con él y luego ya se trata de descender toda la pradería hasta alcanzar la majada. Le verdad es que tenía ganas de llegar a ella y en todo el trayecto no hice ninguna foto. Tampoco hay nada de particular. Siempre a la vista, es buen punto de referencia para alcanzarla siguiendo alguna trocha de ganado, a la vez que se va disfrutando de las vistas del macizo occidental



Ya en ella, ahora sí toca disfrutarla con calma: 

Vistas hacia los macizos occidental y central

Peña Beza y Valdepino

de nuevo los dos macizos de Picos

El Central con Cabrones; Torrecerredo; Palanca; Llambrión; Friero; Salinas...

De nuevo hacia Valdepino y Beza

Niajo, con la arista desde la Guariza hasta la cumbre,  y Carriá

una flor


Toca seguir para abajo. La entrada al bosque está clara

una última mirada al emplazamiento de la majada y todo el valle hasta el cordal de la divisoria

y todo para abajo. Al llegar a la primera curva cerrada a la derecha de la pista (justo el lugar que se ve en la foto) la abandono y sigo de frente internándome en el bosque

disfrutando de sus formas y tranquilidad

un buen trecho mas abajo volveré a enlazar con la pista que me llevará a la fuente del infierno y ya desde ella, en coche a Oseja de Sajambre donde tomaré la merecida clara contemplando el desnivel desde la Guariza a la cumbre del Niajo por donde subí con Susi y Pedro (VER AQUÍ) en agosto de 2019

  
y ya regresar a Soto desde cuya carretera así se ve al fondo el Pozúa (marcado con un punto) sobre Oseja y la pica Ten

Entrando en Soto de Sajambre, es Peña Santa la que coje todo el protagonismo visual

Esto ha sido todo, amigos.
Espero os haya gustado.
Hasta Pronto.






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