Sin duda, ayer 26 de abril de
2025, fue ese día entrañable y único en el que por fin, he conocido a mí
admirado César Pérez de Tudela y pude decirle personalmente todo lo que para
bien influyó en mi vida, ya que gracias a un libro suyo, y como bien conocéis todos los seguidores de este blog pues está perfectamente explicado en la página de inicio, “SOS en el Naranjo de
Bulnes” que me dedicó a petición de mi padre, allá en 1973, nació mi afición a
la montaña, con todo lo que ello ha supuesto de positivo en mi vida.
Ayer, por fin, pude enseñarle el
libro que guardo con auténtico amor desde entonces y que me lo volvió a dedicar
51 años después. Pude así mismo decirle lo muchísimo que le agradezco desde
entonces que se hubiese cruzado en mi vida, en la que sin él saberlo hasta ayer
mismo, fue sin lugar a duda la persona fuera del ámbito familiar que más
influyó en ella y quien más felicidad aportó, indirectamente, a través del
disfrute de nuestras montañas.
Quiero compartir aquí con todos vosotros estos momentos tan gratos para mí y os dejo aquí unas fotos que los recordarán por siempre.
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