martes, 1 de noviembre de 2016

Bosque El Saperu y el Tabayón de Mongayu.

El bosque de El Saperu así como el Tabayón de Mongayu, constituyen uno de los recorridos clásicos de la montaña Asturiana que en otoño luce con especial encanto.
Tras la visita al Gumial de hace unos días, aún tenía más ganas de disfrutar de los coloridos otoñales así que hablando  con Manuel, surgió la posibilidad de realizar esta ruta que dada su facilidad igual podíamos convencer a nuestras familias para realizarla todos juntos. Dicho y hecho. Realizaríamos la ruta los ocho y terminaríamos la misma en la catedral gastronómica de Redes: Casa Juanín , en Pendones.



Ya en el pueblo de Tarna, la ruta comienza a la entrada misma de la población, en un puente que cruza hacia la derecha el recién nacido rio Nalón, y pasa junto al cementerio de la localidad. La pista, por la que discurre el PR AS-60, va ganando altura flanqueada por vetusto árboles que
 

van dejando ya guapas pinceladas otoñales


pasando junto a las cabañas de El Otero


poco más arriba está un panel indicando el desvío hacia el Llanu´l Toru, un lugar con centenarios robles de extraordinaria envergadura. En esta ocasión, nosotros seguiríamos hacia el Tabayón  para no alargar mucho la ruta para los más pequeños. Vamos bordeando el monte Rebollu y disfrutando una enormidad con las vistas  que se nos ofrecen


llegamos al arroyo La Requexada con un pequeño puente de madera para vadearlo


adentrándonos ya en el hayedo de El Saperu, donde se respira una extraordinaria paz, rodeados de belleza allá donde mires


así llegamos a la fuente de Arallales donde una mesa con bancos de madera invita al descanso


antes de seguir ruta


para cruzar por otro rústico puente otro arroyo


y poco después vislumbrar a lo lejos el Tabayón


hay que descender unos metros para bajar a la majada de La Campona


ahora con el Tabayón mucho más cerca


y por ella cruzar el arroyo Mongayu, ahora por las piedras ya


antes de comenzar el ascenso, por un marcado camino y tras cruzar nuevamente el arroyo  a su izquierda
en este corto pero empinado ascenso, hacia atrás vemos la Campona y el Tiatordos a lo lejos sobre el bosque El Saperu por donde hemos venido


Estamos ya en la base del Tabayón y aunque no muy sobrado de aguas, es impresionante el estar ahí disfrutando de cada detalle.


El regreso lo hacemos por el mismo camino, desde el que mirando atrás nos despedimos de este maravilloso paraje


antes de “repostar” un pequeño refrigerio bien merecido si bien pensando ya en la comida de casa Juanín


y gozando nuevamente de cada detalle del camino.




Pues esto ha sido todo, amigos.
Espero que os haya gustado y animaros a realizar la ruta que es apta para todos. Como mera indicación, deciros que nosotros invertimos una hora y cuarenta y cinco minutos.
Saludos.

Hasta pronto.






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