Con intención de ver los Garrafes
me acerqué hasta Bueida, en el concejo de Quirós, el pasado 27 de abril y de paso, aprovecharía también
para conocer la vega de Llaseiro, tentando
la suerte por si con el deshielo, el lago de Trelda pudiese tener algo de agua.
Las previsiones meteorológicas acompañaban y las expectativas eran buenas
intentando captar el verdor de las vegas, en contraste con el gris de las
paredes calizas aún con nieve en las cumbres. El cielo azul con el que allí me
encontré y las nubes dieron aún una pincelada de color extra al reportaje.
No madrugué mucho pues las
previsiones daban mejor tiempo a partir del medio día, casi de las dos en
adelante, así que cuando llegué a Bueida eran casi las once y cuarto y la
niebla aún ocultaba las cumbres, aunque el collado de Lingleo ya estaba a la
vista
Los paneles dan buena información
del fenómeno kárstico
Pero tan solo unos metros más
allá de su ubicación, la realidad se impone a la vista y así veo el “cauce” del
primero de los Garrafes: completamente seco
El camino invita a seguir
adelante
en el segundo puente, hay algo
de caudal, aunque el normal sin la esperada crecida
nuevamente el camino hace de
efecto llamada y continúo por él
que en un primer momento pasa
junto a unas “atormentadas” fayas
para luego, en suave descenso y a
media ladera, ir delimitado por una guapa valla
hasta llegar a esta cabaña donde
a la izquierda del camino, y bajo una faya, surgen las aguas del garrafe La
Fontona
no muy sobrado de caudal pero
siempre fotogénico con el guapo verde del musgo en las rocas y el ocre de las
hojas que aún perduran de la otoñada
El camino, comienza ahora a ganar
altura y en tramos luce un buen empedrado
mientras en otros, los efectos de
la nevada otoñal están presentes
En continuo ascenso llegamos a un
tramo en el que comienza a estar muriado y discurre entre avellanos y praderas
con la vista de la imponente mole
de Peña Rueda a la izquierda, ahora ya libre de nubes
Así alcanzamos, casi de bruces,
con Las Infiestas. Una majada con varias cabañas desperdigadas por los prados,
visualmente encerrada entre peña rueda a la izquierda; los paredones de Campu
la Faya; Sobre el Tambarón y Peñón Amenu y al fondo, adivinándose el collado
Lingleo
Llegados aquí, se abren dos
posibilidades: seguir por la derecha o por la izquierda. Yo opto por esta
segunda. Un jitu en el prado me anima a subir por ahí, hacia la cabaña
y llegados a ella, un leve sendero
sigue por los prados (el camino iría pegado a la muria de piedra pero está
totalmente tomado)
hasta la parte alta del prado que
vamos dejando a nuestra derecha
(vista atrás donde vemos los
prados de las Infiestas y la cabaña junto a la que pasamos, abajo a la derecha)
Detalle de la cabaña más alta de
la foto anterior
Aquí nos encontramos con un claro
camino que a la izquierda baja hacia el arroyo; otro que a la derecha sigue el
linde del prado hacia otras cabañas y de frente un sendero desdibujado en el
prado que sube recto, este es el camino correcto que hemos de seguir en este
punto
A partir de aquí, la pendiente se
acentúa considerablemente e iremos atravesando una sucesión de pequeñas praderías intercaladas entre el arbolado por las que unas veces, el sendero está perfectamente marcado
mientras que en otras, los jitos
van indicando la dirección correcta
aunque esta siempre se intuye
perfectamente
Hacia atrás, con la altura que se
va ganando, las vistas se abren y en el horizonte asoman tanto la Airúa como
las peñas del Alba, Pelitrón y Champaza
Hacia adelante, poco a poco va
intuyéndose el final de la pendiente
el sendero mucho mas ancho ahora, discurre por
momentos sobre una pequeña riega
antes de adentrarse en un túnel
bajo los acebos
pasado éste, atravesamos nuevamente
praderas más abiertas con matas de carrascos
en las que peña Rueda está
presente y majestuosa a la izquierda
De pronto, cruzando entre una de estas
matas de acebos, nos topamos de bruces con esta imagen...
Es la espectacular entrada a la vega de Llaseiro. Uno de los
lugares más guapos que en estas épocas del año pueden verse en la montaña
Asturiana.
El verde rabioso de sus praderas,
destaca frente a los grises paredones de 500 mts de verticalidad del peñón
Amenu; los Huertos del Diablo y el Ranchón
con sus cumbres aún nevadas y pone el broche un cielo azul intenso jalonado de
blancas nubes.
Las imágenes, describen por si
solas la belleza del lugar del que tanto “Lola” como yo quedamos prendados y
disfrutamos enormemente.
Tras casi una hora de deleite y
viendo que las previsiones meteorológicas se cumplían y el cielo cada vez
despejaba más, me animo a subir hasta Lingleo. Las vistas de los puertos de
Agüeria en un día como hoy, se me antojan espectaculares así que iniciamos
camino siguiendo el sendero que por la loma que separa la vega de Llaseiro del
valle la Chera, dejando el reguero Salgada a la izquierda
sube hacia un bosquete de acebos
dando cara al Ranchón; Huerto del diablo y la impresionante tajadura que los
separa: la canal de Rocamuela
Desde este sendero, las vistas
atrás hacia Llaseiro siguen siendo impresionantemente guapas
así como el bosquete de acebos
que ahora vamos recorriendo
La pendiente es fuerte en esta
zona también y pronto salimos a una zona más despejada desde la que se ve la
omnipresente Peña Rueda y ya por primera vez el perfil recortado contra el
cielo del collau Fontes
En continuo ascenso, alcanzo una
pequeña vallina que baja a la izquierda y para no perder altura gano su cabecera
por una pradera hasta la que llegan grandes bloques calizos del pedrero que hay
en la base de los paredones
Estoy frente al Cueto Pachón en
el que observo un reciente desbroce, como alguno que encontré ya en esta subida,
en horizontal hacia su izquierda y otro camino que baja desde la collada entre
este y las verticales paredes calizas de la peña del Ranchón, por la derecha y
por el que bajan dos ciclistas
una vez pasan junto a nosotros
( vista atrás)
decido continuar por el desbroce
a la izquierda, enfrentándome a la colosal peña Rueda
hasta que en un nuevo giro del sendero encaro la vega que hay
entre el cueto Pachón y el collado Lingleo con los colosos Fariñentu y Fontanes
asomando sobre él
cruzo la vega, bastante
llamargosa en zonas y asciendo los metros de desnivel al collado Lingleo como
una exhalación…..merece la pena. Las vistas hacia los puertos de Agüeria y las
cumbres que la reodean, simplemente espectaculares. Busco un punto algo más
despejado de vegetación y con buenas vistas y allí nos quedamos “Lola” y yo
de izquierda a derecha: peña Rueda
los desplomes de peña Rueda; la
entalladura de la Foz Grande; Peña Arpín; Carba de Valseco; Tapinón y Siegalavá
con las nubes ocultando su cumbre
detalles con zoom:
A continuación, Fariñentu; los
Cintos
detalles con zoom:
Los Cintos; Fontanes y bajo
ellos, Peña Redonda con el canalón cimero a su izquierda y el canalón bajero a
su derecha
detalles con zoom:
Cigacha
Pachón
Huerto del Diablo; peñón Amenu,
Sobre el Tambarón
Sería difícil decantarse sobre
que vistas son más guapas, si éstas o
las de la vega Llaseiro. Yo no escojo. Soy un afortunado de poder disfrutarlas
plenamente y en el mismo día. Hoy es día de reflexión ante las elecciones
generales que mañana hay en España para elegir nuevo Gobierno de la Nación y
tengo muy claro que estos paisajes hay que garantizar que perduren en el
futuro; hay que conservarlos y protegerlos. Yo no daré mi voto a quien no le
importe el medio ambiente. Eso lo tengo claro.
No me canso de ver tanta y tanta
belleza. Aprovechamos también para comer allí y disfrutar de las vistas pero……siempre
hay un pero ¿verdad? Llega el momento de pensar en regresar y para ello
seguimos todo el alto del collado en dirección a los paredones rocosos para
volver por la collada que hay entre ellos y el Cueto Pachón. En este trayecto,
encontramos una pequeña charca que conforma otra de las imágenes del día
hay un marcado sendero que se
dirige hacia ella
y ya casi en ella,
en una pequeña
charca al pie de los neveros, un par de patos alzan vuelo ante nuestra presencia
Desde aquí, la cumbre del cueto
Pachón se gana por una limpia pradera de escaso desnivel, al contrario que por
sus otras vertientes totalmente tomadas por la vegetación, por lo que me animo
a subir hasta la cumbre para hacer unas panorámicas
Al este, es peña Rueda quien
llena todo el horizonte
Al sur, son las cumbres que
cierran los puertos de Agüeria, medio ocultos por el collado Lingleo, en primer
plano
Al oeste, los imponentes 500 mys
de verticalidad de los paredones de la peña del Ranchón
Al norte todo el valle de Quirós
cerrado, al fondo, por el Aramo
Desciendo hacia la collada,
recortando todo el terreno que puedo hacia el norte hasta enlazar con el camino
que baja desde ella
por el que busco la pradera con
los bloques del pedrero
allí enlazo ya con el camino que
nos llevará de regreso a la vega de Llaseiro
que nuevamente nos encandila
tras la que descendemos por las
sucesivas praderías
Hasta alcanzar la majada de la
Infiesta
desde la que el camino ya de
forma continua
nos llevará hasta los Garrafes
dando por concluida una jornada simplemente única
Junto al coche coincido con tres
montañeros que van a subir hasta Llaseiro para dormir allí y mañana ascender a
Peña Rueda. Tras una buena charla con ellos, me cuesta rechazar su invitación a
acompañarles pero me resultaba imposible hacerlo. Desde aquí les envío un
saludo y seguro que coincidiremos por nuestras montañas en alguna ocasión.
Como siempre os dejo unos tiempos
SIMPLEMENTE ORIENTATIVOS que no recogen el tiempo de deleite y disfrute de los
paisajes y que reflejan unas determinadas y particulares condiciones físicas.
Recorrido en coche
Oviedo – Bueida………………………………………………….50´
Recorrido a pie
Garrafes – majada las Infiestas………………………...45´
Las Infiestas – vega de Llaseiro………………………………35´
Vega de Llaseiro – collado Lingleo………………………….45´
Collado Lingleo – cuetu Pachón…………………………15´
Cuetu Pachón – vega Llaseiro…………………………….30´
Veja Llaseiro – majada las Infiestas……………………20´
Majada las Infiestas – Garrafes………………………….25
Esto es todo. Espero que os haya
gustado.
Hasta pronto
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario