En esta ocasión, el destino elegido para la excursión fué el Brañacaballo y para ello nos desplazamos a la localidad leonesa de Tonín. Desde ella, la ruta era seguir una "interminable" pista que ascendía todo el Palero de la Cuesta para dejarnos en la loma que ascendía hasta el mismo Pico. En esta ocasión, la niebla con la que ya habíamos tomado contacto en el Ferreirúa y en La Tesa, impidió que llegásemos a la cumbre cuando ya nos encontrábamos relativamente cerca.
Estas son las fotos:
A la salida de Tonín, con unos amigos
Cuando dejamos la pista tras dos interminables horas y repusimos fuerzas junto a aquel refugio que se ve al fondo, iniciamos el ascenso por la empinada ladera del Brañacaballo completamente tomada por escobas( era un avance similar al realizado en La Forcada, aunque en aquella ocasión eran felechos)
al llegar a algún claro, hasta lo celebrábamos
Sin embargo, a media ladera, se metió la niebla repentinamente lo que nos hizo detener la progresión a la espera de que abriese el tiempo
cosa que aunque medianamente sí hizo para abajo,
no ocurrió lo mismo hacia arriba
por lo que decidimos dar la vuelta. Aquí bromeábamos sobre si bajo aquel corro de ortigas había un cadáver
Una vez en la pista, de nuevo
ya todo p´abajo. Dedicando algún tiempo a disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodeaban
llamándonos poderosamente la atención las pozas y cascadas del arroyo Tonín a las que decidimos había que volver en otra ocasión para tomar algún baño
Pese a la niebla, fué un día en que lo pasamos bien y que sirvió para afianzar las ganas de seguir practicando las salidas montañeras.
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