jueves, 18 de abril de 2019

El Picón de la Mota.

La sierra de Pelúgano y su cumbre El Picón de la Mota quedan  relegadas  a un segundo plano, como le pasa a otras muchas sierras y picos, por la cercanía de una de esas cumbres clásicas que acaparan la atención del montañero, en este caso Peña Mea. Sin embargo resulta un balcón extraordinario y una cumbre muy asequible en la que solamente en los últimos metros debe guardarse una cierta precaución por las altas hierbas que la pueblan y las cortadas que caen hacia la collá de Pelúgano. Varias opciones se pueden tomar como punto de partida hacia ella, si bien en mi caso fue desde el allerano pueblo de Levinco.


Aparcado el coche junto al apeadero de FEVE, hay que buscar la referencia de las casas en la parte alta del pueblo para acercarse a ellas por su parte derecha

donde unas peculiares escaleras de hormigón nos situarán en un estrecho camino entre ellas y un gallinero por el que avanzaremos unos metros

antes de enlazar con una pista

    (vista atrás del punto de enlace)

por la que en pronunciada y continua pendiente, en un primer tramo dibujará pronunciadas zetas para salvar el desnivel


para  luego ya de forma más rectilínea ir ascendiendo por la ladera izquierda de esta pequeña vallina, bajo las antenas de telefonía,


hasta casi alcanzar su zona alta, donde gira a la derecha hasta las cabañas de Bello, donde termina. A la izquierda de la muria que cierra la finca tras la cabaña, continúa un estrecho camino

que pronto comienza a mostrar su empedrado

y vuelve a coger pronunciada pendiente

Estamos por el cantu  Penes y al camino se le conoce por La Sienda

Levinco va quedando muy abajo ya, en el fondo de la vallina

y la Sienda discurre ahora por un tramo más abierto

ganando presencia según se aproxima a devolar el cantu Penes y adentrarse en la siguiente vallina, lugar desde el que vemos  las cumbres de San Isidro y Vegarada

La sienda, gira al norte para seguir ahora por la falda este del Cantu Penes con esta vista de la peña Castro enfrente y el picón de la Mota a su izquierda


    (vista atrás con Bello y CotoBello)

paulatinamente pierde altura para embocar ahora la pequeña foz a los pies de la peña Castro

por la que el camino sigue empedrado, ahora entre avellanos

hasta llegar a esta portilla y muria donde comienza a ganar altura bordeándola por su derecha

en un primer tramo con empedrado calizo

para luego seguir por una estrecha veta pizarrosa por la que discurre un pequeño reguero (quiero pensar que en épocas lluviosas este tramo igual esté tomado por un pequeño regato)

a nuestra izquierda están los praos de L´Esprón con su remozada cabaña en la parte alta

justo antes de alcanzar la Yana la Guariza, 

zona de amplias praderías con el picón de la Mota y el collado Palmayín a la vista.

A la derecha de la fuente, vemos una inconfundible y empinada cuesta marcada por rodadas por la que seguiremos camino

dejando a la derecha y hacia su mitad la fuente´l monte

antes de alcanzar la Yana Navalcoyeu, a los pies de la peña Castro desde donde nuevamente las cumbres nevadas de la cordillera atraen la atención.

A la izquierda de la Yana, está la cabaña y por el prao sobre ella, un cierre que hemos de seguir hasta la parte alta del mismo

donde avistaremos a la derecha otra solitaria cabaña en unas praderas llanas; enfrente un crestón calizo y a la izquierda un marcado camino que bordea el crestón por su izquierda. Aquí cometí un error al seguir este marcado camino
    (la cabaña está - aunque no se ve en la foto- tras el empalizado, bajo el crestón. El camino, sale a la izquierda junto a esos árboles que están a la izquierda de la foto)

que poco después de bordear el crestón calizo comienza a descender, aunque el picón de la Mota está frente a nosotros

Como quiera que lo que no me interesa era perder altura, opto por ascender una vez pasados los árboles que se ven en la foto, por la cuesta que hay detrás de las rocas con la intención de encaminarme hacia la panda herbosa vertical que enlaza con la otra que asciende en diagonal hacia la base del Picón. Un incendio la dejó limpia ya que si no sería casi imposible atravesarla, pero al alcanzar el canto, veo que tras ella hay una pronunciada vallina por la que además de perder altura hay una tupida vegetación

La solución que tomo es continuar la cuesta hacia su parte alta buscando el entronque con la sierra y de nuevo doy gracias a que está limpia pues si no, reclaco que sería poco menos que imposible avanzar por ella.
Arriba me encuentro con un precioso collado, la pradera de Cantafoz, donde de nuevo las cumbres nevadas de San Isidro; Vegarada, Pajares y Ubiñas, me ensimisman

De la pradera, sale en dirección al Picón de la Mota un sendero



Que asciende primeramente por la caliza para luego, de forma más suave avanzar por ella (aquí encuentro marcas de un PR)

aunque el sendero va bien marcado en todo momento

    (vista atrás donde se ve Peña Castro; la Yana Navalcolleu; la pradera por la que debería haber ascendido hasta la pradera de Cantafoz –más verde, arriba a la izquierda-; la cuesta por la que ascendí yo recorrida por una línea oscura, una muria, que desde aquí parece más limpia de vegetación de lo que está y la zona caliza que llevo recorrida desde la pradera de Cantafoz)


Supero un crestón jalonado por unas fayas y entro en una pequeña vallina con un pequeño manantial junto al sendero

Es la vega los óleos, en la que hay el único paso para acceder a la otra parte de la sierra de Pelúgano  aunque en mi caso y siguiendo el sendero, me encamino a la diagonal herbosa que había visto lleva a la base del Picón

    (vista atrás de la vega los Óleos a la que llegué desde las fayas que ahí se ven)

Que es la llamada Canga la Mota

Desde la que el paisaje se amplia de una forma brutal, preludiando las vistas que habrá desde la cumbre

Por la que el sendero, de forma marcada, me sitúa en la base del Picón desde donde veo ahora ya  el pico Formoso

Situado en la base del Picón de la Mota, ya solo me queda superar los últimos metros de desnivel

donde si se ha de poner un poco de atención al llegar a la estrecha cumbrera poblada de largas hierbas que en caso de humedad pueden suponer un riesgo de resbalón en una zona de cortados, hacia la collá Pelúgano, importantes

desde la cumbre con las vistas ahora abiertas ya hacia el noreste que antes nos ocultaba la propia sierra, como era de esperar, espectaculares.

Al este,

destaca la inmensa mole de Peña Mea tras la collá Pelúgano, asomando a su izquierda la Xamoca

Al norte,
Con el Pico Formosu y resto de la sierra de Pelúgano en primer plano, al fondo, Burra Balnaca Ventosu; Tres Concejos entre otras cumbres de las zonas de Mieres y Laviana


Al oeste
Con los collados de Palmiyín y Cuchachidia en primer plano, detrás el valle del río Aller en la zona de Soto; Bello; Cotobello; cumbres de la zona de Pajares; Ubiñas y Aramo

con zoom:

Aramo

Ubiñas; Peña Rueda

Laguna, Morgao; Estorbín; Cuaña; Cotón; Reboqueras; Pisones; Tres Concejos

con más zoom, detalle de los picos de la Liebre por debajo del Robequeras


Al sur
Las cumbres que venía viendo desde parte del recorrido pero no por ello menos impresionantes:  la crestería de la sierra de Traveseo, en primer plano; la pradera de Cantafoz; la yana Navalcolleu y su cabaña a los pies de peña Castro; Collanzo; y las cumbres que van desde la Forcá y Cuchu a Torres; Toneo; Agujas; Fuentes; Castillones; Nogales, Xexe; Peñas de Faro; Peña Redonda; Cuetón;

 con zoom:

El Torres; Valverde; Toneo y Agujas


Toneo; Agujas; Fuentes; Castillones; Nogales; Xexe; Picón de las Rubias

Cabritera; Quemaona; Portilla de Faro; Peñas de Faro y Peña Rueda


En la cumbre hay uan tarjeta del trasgu Andallón que dejo en el buzón

Y tras hacerme la foto en la misma

comienzo el descenso, con el cuidado necesario para evitar sorpresas

para descender a la vega del traveseo continuando por ella hacia el Formosu

viendo a la derecha Peña Mea

con estas vistas atrás del Picón de la Mota y en “pequeño” pero llamativo Torres asomando a su izquierda

Dejo a mi derecha el Formosu, y comienzo el descenso como si fuera hacia las camperas de la vega Llao

pero en cuanto puedo, me dejo caer a la izquierda encaminándome hacia el collao de Palmayín

buscando una zona más limpia de matorral , cotollas y felechos, que me permita avanzar con comodidad

Llego a él con un poco de altura sobre el mismo por lo que desciendo en busca de la pista más baja que desde él parte hacia el de Cuchachidia

Por ella continúo

y en el collado decido bajar a la Yana la Guariza para comer junto a la fuente y volver a pasar por la Sienda. Busco la pista que desciende en esa dirección, siempre con la peña Castro a la vista

y en ocasiones viendo la fuente

llegando a la pradería

y a la fuente, donde como con estas vistas del Picón de la Mota

Tras reponer fuerzas encamino mis pasos hacia L´Esprón parándome a contemplar esta estructura que me llama la atención justo a la entrada del la Yana la Guariza ¿sabe alguien decirme a que corresponde?

Junto a ella, unas florinas, narcisos y margaritas

antes de entrar en el sendero para bajar a la foz

y continuar por el empedrado camino de la Sienda

El tiempo ha ido cambiando y son ahora las nubes las que se adueñan del cielo en la última mirada hacia el Picón de la Mota

Antes de adentrarme nuevamente en la vallina sobre Levinco

alcanzando la pista

por la que llegaré hasta su caserio dando por finalizada esta bella ruta.



Como siempre los horarios SIMPLEMENTE ORIENTATIVOS de la misma

Trayecto en coche:
Oviedo – Levinco……………………………………………………………40´

Trayecto a pie:
Levinco – Fuente del Yano la Guariza…………………………..70´
Fuente – Yana Navalcolleu ………………………………………….15´
Yana Navalcolleu – praderías Cantafoz………………………..30´
Cantafoz – cumbre Picón de la Mota…………………………..50´
Cumbre – collado Palmayín………………………………………….35´
Palmayí – Cuchachidia………………………………………………….10´
Cuchachidia – Yana la Guariza………………………………………15´
Yana la Guariza – Levinco……………………………………………..55´

Espero que os haya gustado y hacer una mención especial a los amigos de Pindio, Pindio de quienes he recogido la toponimia utilizada en este artículo.

Hasta pronto

2 comentarios:

  1. En enero hicimos nosotros esa misma ruta, y también nos llamó la atención esas escaleras, encontramos a un Pastor a la altura de la Sienda, pero empezamos a hablar de los lobos, y no se nos ocurrió preguntarle. Así que no te puedo sacar la duda.
    Estupendo el reportaje fotográfico.
    Una Saludo.

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  2. Muchas gracias igualmente. Habrá que investigar pues resulta llamativo. Saludos

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