Hacía tiempo que no visitaba la sierra de El Sueve en plan montañero. Para ser exactos, desde el 8 de diciembre de 1982. Posteriormente, otras muchas veces acudí a la majada de Espineres para cubrir la información gráfica que de la Fiesta del Asturcón daba La Voz de Asturias pero en esas ocasiones, la organización tenía la deferencia de subir a los medios de comunicación en un tractor cosa que era de agradecer, sobre todo porque en ese día siempre había más noticias que cubrir y el tiempo que conlleva subir y bajar era importante economizarlo.
Cuando Manuel me propuso ir a la ronca del gamo, acepté de inmediato. Uno porque ya me había perdido la berrea de este año y otro porque me apetecía mucho volver a El Sueve. Así que el pasado 23 de octubre nos pusimos en marcha muy temprano con dirección al alto La Llama. Tan temprano que cuando comenzamos a subir por la pista que desde el mismo alto sale en dirección a la majada de Espineres, aún era de noche.
Fue bastante arriba ya, cuando comenzó a despuntar el alba con esta impresionante vista hacia el pico Maladín y el collado que da paso a la majada de Espineres
hacia la Cordillera, las vistas también llamaban la atención
Poco a poco íbamos dando cuenta de los casi 4 kilómetros de pista que libran los primeros 400 mts de desnivel y ya con la luz del día así veíamos hacia atrás todo el valle central de Asturias cubierto de un mar de nubes
y el valle que desde el alto La Llama baja hacia la costa, con la ría de
Villaviciosa al fondo, más despejado
cuando en una revuelta de la pista ya casi en la collada
vemos parte del camino recorrido hasta entonces
vemos parte del camino recorrido hasta entonces
Pocos metros después, ante nosotros tenemos ya la majada en todo su
esplendor con el pico La Múa a la
izquierda
aunque por momentos la vista se nos va a nuestra derecha con unas espectaculares vistas hacia el perfil que nos muestra el macizo occidental de Picos de Europa donde destaca, muy pequeñina pero afilada, la silueta de la Cabra Blanca y ya más a la derecha y separado del macizo, la silueta del Cantu cabroneru
también la zona de El Pierzu
y los primeros rayos de sol acariciando la silueta de El Tiatordos
Aquí todos vistos en una panorámica
La pista desciende unos metros para llegar a la majada en la que destacan los numerosos espinos. En esta ocasión, el topónimo está completamente justificado y donde a la altura de las primeras cabañas hacemos un pequeño alto, justo en el escenario donde se celebra la fiesta del Asturcón
continuamos de frente ascendiendo unos metros que nos permiten ver hacia atrás la majada desde esta otra perspectiva
aunque por momentos la vista se nos va a nuestra derecha con unas espectaculares vistas hacia el perfil que nos muestra el macizo occidental de Picos de Europa donde destaca, muy pequeñina pero afilada, la silueta de la Cabra Blanca y ya más a la derecha y separado del macizo, la silueta del Cantu cabroneru
también la zona de El Pierzu
y los primeros rayos de sol acariciando la silueta de El Tiatordos
Aquí todos vistos en una panorámica
La pista desciende unos metros para llegar a la majada en la que destacan los numerosos espinos. En esta ocasión, el topónimo está completamente justificado y donde a la altura de las primeras cabañas hacemos un pequeño alto, justo en el escenario donde se celebra la fiesta del Asturcón
continuamos de frente ascendiendo unos metros que nos permiten ver hacia atrás la majada desde esta otra perspectiva
que nos saca, unos metros por encima del camino habitual, hacia las inmediaciones de la base del cordal que une el cuetu Melón y La Múa y desde donde contemplamos esta vista de los macizos Occidental y Central de Picos de Europa
Poco más arriba y ya encaminados hacia La Múa, vemos hacia atrás esta vista de Espineres, cerrada por los picos Ovines y Los Cuervos y tras ellos el valle central de Asturias, aún bajo la niebla
En nuestro ascenso, pasamos por un collado justo al norte de la cumbre del pico La Múa desde donde vemos la ría de Villaviciosa por encima del alto la Palomera
descendiendo directamente hacia el collado de La Salgar, desde el que tenemos esta preciosa vista del mar de nubes que, a contra luz, cubre el valle del Sella ocultando bajo él Cangas de Onís
Mientras más a la izquierda, vemos la zona a recorrer con el Mirueñu presidiendo y el Pienzu, tras él a su derecha; el pico Fontanielles a la izquierda de la imagen y ante ellos a la derecha, el cueto les cabres; la depresión de el Pociquín, en el centro y la zona de Cubilones y El Campón sobre éste y aquellos, por donde luego regresaríamos
Optamos por bordear el Pociquín por su derecha y continuar por la sucesión de pequeñas camperas que llevan en dirección a la base del Mirueñu. Es un terreno “complicado” en caso de niebla.
Y ahí es donde vemos el único gamo del día, por el momento. Un solitario macho que baja de La Palomera hacia El Campón y que Manuel capta con su habitual maestría
Tras observarlo unos minutos, nosotros continuamos en dirección al Mirueñu,
siempre dejando atrás la silueta del pico Múa, siguiendo un leve sendero que
por la derecha de las camperas sigue el trazado que habíamos elegido
hasta dar con una en la que hay una cabaña y un árbol caído, ya en la misma base del pico
Dudamos si seguir de frente ya que el terreno parece demasiado caótico, luego veríamos desde arriba que no es tanto, y nos tiramos a la izquierda siguiendo un sendero que nos lleva a la preciosa campera de El Potril,
hasta dar con una en la que hay una cabaña y un árbol caído, ya en la misma base del pico
Dudamos si seguir de frente ya que el terreno parece demasiado caótico, luego veríamos desde arriba que no es tanto, y nos tiramos a la izquierda siguiendo un sendero que nos lleva a la preciosa campera de El Potril,
con cabañón y laguna, asentada al sureste del Mirueñu.
Pasamos entre la laguna y la cabaña, dirección norte, y tras dejarla a nuestras espaldas con esta vista en la que al fondo sigue viéndose el pico La Múa
Seguimos hasta avistar nuestra derecha una amplia panda herbosa por la que subimos (más adelante se verá claramente en las fotos tomadas al regreso) dejando a nuestra izquierda la caótica ladera del Mirueñu donde pasta un numero rebaño de ovejas
alcanzamos un punto justo por encima de la última campera con la cabaña y el árbol caído, desde donde como se ve en la foto, se aprecia que podríamos haber seguido directamente hacia aquí, si bien nos hubiéramos perdido el remanso de paz de El Potril.
Algo más arriba,
optamos por tirarnos a la izquierda y subir al crestón calizo para observar desde él toda la zona costera aunque aquí tan solo os dejo la foto de Manuel observándola
Al llegar a ella, es donde surge el primer avistamiento de gamos. Justo bajo ella en la ladera norte. Un pequeño rebaño pasta tranquilamente hasta que nos descubren y ponen pies en polvorosa
También hemos localizado a un gran macho bebiendo en una charca en las camperas que hay a los pies de la ladera norte
Y en las camperas cercanas, pastan numerosos gamos que por la distancia no
perciben nuestra presencia
Estamos en la cumbre casi lo justo para avistarlos, disfrutar de las vistas y casi, casi tras trazarnos un itinerario, descender hacia ellos. Sin embargo desde el Mirueñu, las vistas bien merecen un capítulo aparte y definido. Así, hacia la costa, mirando al nor-noroeste, podemos identificar a nuestros pies desde Lastres hasta Gijón
Estamos en la cumbre casi lo justo para avistarlos, disfrutar de las vistas y casi, casi tras trazarnos un itinerario, descender hacia ellos. Sin embargo desde el Mirueñu, las vistas bien merecen un capítulo aparte y definido. Así, hacia la costa, mirando al nor-noroeste, podemos identificar a nuestros pies desde Lastres hasta Gijón
Al igual que la continuidad de cumbres de toda la cordillera Cantábrica, al
sur
Destacando con zoom el macizo de las Ubiñas que asoma sobre el cordal que
de Peña Mayor llega hasta el Trigueiro.
Localizados los gamos, como queda dicho, comenzamos el descenso por la cara norte del Mirueñu hacia las camperas donde los avistamos,
Localizados los gamos, como queda dicho, comenzamos el descenso por la cara norte del Mirueñu hacia las camperas donde los avistamos,
cómodo hasta cierto punto, ya que si bien hay pradera, ésta se ve jalonada de caliza por doquier lo que hace mantener la atención en todo momento
Llegamos a la parte más baja, justo en las inmediaciones de un cercado allí existente y tras un pequeño ascenso estamos junto a la charca donde habíamos avistado al gran macho bebiendo. Miramos atrás y vemos la ladera norte por la que hemos descendido y la cumbre del Mirueñu
Estamos a un paso de las camperas donde pastan los gamos así que dejamos las mochilas y gateando ascendemos unos metros hasta que vemos a los gamos a menos de 50 mts.
La sensación es fabulosa y disfrutamos de su vista por más de 20 minutos hasta que nos descubren y salen pitando por la parte opuesta del jou en el que se encontraban, “escalando” por la pared que lo cierra con una facilidad pasmosa
Decidimos seguir hacia donde han escapado así que emprendemos la marcha por
un sendero que recorre una sucesión de pequeños y profundos jous simpre con el
Mirueñu a nuestras espaldas
Para llegar, a la derecha de Peñalichar, a la campera de Vegallories, donde nuevamente avistamos un gran rebaño que se encuentra en el bosquete que cubre una gran depresión al final de la vega
Para llegar, a la derecha de Peñalichar, a la campera de Vegallories, donde nuevamente avistamos un gran rebaño que se encuentra en el bosquete que cubre una gran depresión al final de la vega
Los contemplamos en la distancia, largo tiempo, desde la sombra de una espinera. Son unas imágenes preciosas con el mar de fondo
(Foto: Manuel)
hasta que decidimos ya cruzar la vega para acercarnos y conseguimos llegar desapercibidos hasta la misma altura del bosquete donde a algún gamo más despistado conseguimos verlo a menos de una veintena de metros
(Foto: Manuel)
hasta que decidimos ya cruzar la vega para acercarnos y conseguimos llegar desapercibidos hasta la misma altura del bosquete donde a algún gamo más despistado conseguimos verlo a menos de una veintena de metros
(Foto: Manuel)
Luego, una vez descubiertos van saliendo del bosquete para subir a un alto
calizo y desde él, emprender rápida huida por las praderías
hasta reagruparse bastante más abajo y desaparecer hacia el este
hasta reagruparse bastante más abajo y desaparecer hacia el este
La sensación de haberlos visto tan cerca y durante tanto tiempo nos deja un excelente sabor de boca con el que comenzamos a cruzar nuevamente la vega para ascender a media ladera de Peñalichar desde donde, hacia atrás, dedicamos una última mirada a la vega con el Pienzu y el Mirueñu, en lo alto
pasamos junto al embalse de peña los vasos, con la vista del pico La Múa al fondo. Manuel habría preferido seguir por la cumbrera, estoy seguro, pero llevamos ya una buena caminata y yo no estoy muy seguro de aguantar ese sube y baja continuo que queda aún por delante
Avistamos ante nosotros la gran hoya de El Potril y descendemos hacia la base del pico Fontanielles para por su zona baja ganar los Cabilones siguiendo un trazado similar al punteado
Entre el pico Fontanielles y el Mirueñu se extiende la gran vega de El Potril con buen número de ganado pastando en ella
En el trayecto hacia Los Cabilones, podemos ver claramente la panda herbosa por la que ascendimos desde la cabaña de El Potril (a la derecha del Mirueñu, justo al inicio de la arista que llega hasta la cumbre)
Tras Los Cabilones, se abre ante nosotros otro amplio espacio, El Campón, si bien es mucho más tortuoso que la vega de El Potril. Es una sucesión de jous encadenados, más o menos amplios, por los que discurre una traza de camino armado en ocasiones bien visible, como en esta mirada atrás
nos lleva hacia el Pociquín ya a los pies de La Múa, con la característica espinera en la collada cumbrera
Desde la que mirando atrás vemos toda la zona recorrida. En la ida, de frente hacia el Mirueñu y al regreso por toda la zona caliza, a la izquierda, con Peñalichar y Fontanilles
Hacia el otro lado de la collada cumbrera, el valle por el que bajaremos hacia la majada Espineres; con las cumbres de Maladín, al centro, y Ovines y los Cuervos, al fondo.
Parada en Espineres para comer y por la pista una última mirada atrás de la propia majada y las cumbres de Cueto Melón y La Múa
Del descenso por los cuatro kilómetros de pista, tan solo la foto de la
portilla que la cierra muy cerca ya del alto la Llama y que no la hice al subir
pues aún era de noche
Y el entronque con la carretera AS-258
Y el entronque con la carretera AS-258
Al final, clara en la terraza del bar del alto la Llama y para casa tras
una jornada de montaña y avistamiento de fauna, estupenda.
Como siempre os dejo los tiempos orientativos, aunque en esta ocasión y
dado su carácter de avistamiento de fauna, tan solo os pondré el empleado desde
el alto la Llama hasta la cumbre del Mirueñu y el regreso desde Vegalloríes a
Espineres.
Recorrido en coche:
Oviedo – alto la Llama………………………… 60´
Recorrido a pié:
Alto la Llama – majada Espineres………. 80´
Espineres – La Múa……………………………. 20´
La Múa – cabaña el Potril…………………… 30´
Cabaña el Potril – cumbre Mirueñu….. 30´
Descenso cara norte…………………………. 40´
Avistamientos de los Gamos
Regreso:
Desde Vegalloríes a Múa…………………..´45´
Bajada a Espineres……………………………. 15´
Espineres – alto la Llama…………………... 50´
Pues esto ha sido todo.
Espero que os haya gustado.
Hasta pronto.
Saludos
Que bonito reportaje, las fotos preciosas y los gamos, que pasada verlos. Un saludo
ResponderEliminarQue guapes semeyes de los gamos y como non... el paséu pel Sueve siempre presta. Un abrazu
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