El bosque de El Saperu así como el Tabayón de Mongayu, constituyen uno de
los recorridos clásicos de la montaña Asturiana que en otoño luce con especial
encanto.
Tras la visita al Gumial de hace unos días, aún tenía más ganas de disfrutar de los coloridos
otoñales así que hablando con Manuel,
surgió la posibilidad de realizar esta ruta que dada su facilidad igual
podíamos convencer a nuestras familias para realizarla todos juntos. Dicho y
hecho. Realizaríamos la ruta los ocho y terminaríamos la misma en la catedral
gastronómica de Redes: Casa Juanín , en Pendones.
Ya en el pueblo de Tarna, la ruta comienza a la entrada misma de la
población, en un puente que cruza hacia la derecha el recién nacido rio Nalón,
y pasa junto al cementerio de la localidad. La pista, por la que discurre el PR
AS-60, va ganando altura flanqueada por vetusto árboles que
poco más arriba está un panel indicando el desvío hacia el Llanu´l Toru, un lugar con centenarios robles de extraordinaria envergadura. En esta ocasión, nosotros seguiríamos hacia el Tabayón para no alargar mucho la ruta para los más pequeños. Vamos bordeando el monte Rebollu y disfrutando una enormidad con las vistas que se nos ofrecen
llegamos al arroyo La Requexada con un pequeño puente de madera para
vadearlo
adentrándonos ya en el hayedo de El Saperu, donde se respira una extraordinaria paz, rodeados de belleza allá donde mires
adentrándonos ya en el hayedo de El Saperu, donde se respira una extraordinaria paz, rodeados de belleza allá donde mires
y por ella cruzar el arroyo Mongayu, ahora por las piedras ya
antes de comenzar el ascenso, por un marcado camino y tras cruzar nuevamente el arroyo a su izquierda
en este corto pero empinado ascenso, hacia atrás vemos la Campona y el
Tiatordos a lo lejos sobre el bosque El Saperu por donde hemos venido
Estamos ya en la base del Tabayón y aunque no muy sobrado de aguas, es
impresionante el estar ahí disfrutando de cada detalle.
El regreso lo hacemos por el mismo camino, desde el que mirando atrás nos
despedimos de este maravilloso paraje
antes de “repostar” un pequeño refrigerio bien merecido si bien pensando ya en la comida de casa Juanín
Pues esto ha sido todo, amigos.
Espero que os haya gustado y animaros a realizar la ruta que es apta para
todos. Como mera indicación, deciros que nosotros invertimos una hora y
cuarenta y cinco minutos.
Saludos.
Hasta pronto.
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Sabes de mi pasión por Reres y este trayecto es uno de mis favoritos. Ya he realizado esa misma excursión bastantes veces. Pero cuando más disfruto de ella, es cuando hago el recorrido en solitario y en el Otoño. Te aseguro, que la Naturaleza te envuelve. Estupendo reportaje compañeru. Un abrazu.
ResponderEliminarGracias Viti. Me imagino hacer el recorrido en solitario y creo, como bien dices, que debe ser una auténtica gozada. Un abrazo.
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