sábado, 19 de abril de 2025

PR AS- 198 Ruta de los molinos del río de la Peña.





Aún no había transcurrido una semana desde mi visita a la Varallonga cuando mis amigos Isabel y Nacho me proponen hacer la ruta de los molinos del río Pra, en Piloñeta. El recuerdo de aquel cristalino arroyo en el que Xana se había refrescado cuando regresábamos a casa después de la circular a la Varallonga, no me hizo dudar ni un momento en aceptar la invitación así que quedamos allí mismo en la mañana del 14 de abril de 2025.

El cartel explicativo del PR AS-198 colocado junto al cierre de la finca del molín de Pra, rehabilitado como vivienda particular, da la bienvenida a los visitantes.






También el indicativo de “El Perancho” apunta hacia la entrada de la pista que conduce a la central hidraúlica y que será punto de partida de nuestra ruta y a la que se accede cruzando un rústico puente que vadea el rio.




Pocos metros después de cruzar el puente, se ha de abandonar la pista para coger un sendero que, a su izquierda, seguirá paralelo al cauce del río y atraviesa una portilla de alambre.



Vistas guapas para ir disfrutándolas y recorrido cómodo

foto: Nacho Orejas


que pronto nos lleva hasta el segundo de los molinos que el sendero atraviesa dado el imponente alzado y planta que presenta




y que por lo poco que pude averiguar, unos lo llaman la fábrica del catalán, pues parece ser que en el estuvo ubicada la primera fábrica de corriente eléctrica para dar luz al valle, lo cual explicaría tanto su tamaño como el del canal de abastecimiento de agua que veremos en breve, mientras otros lo conocen como el molín del comunista. No pude averiguar mucho más. Dicho lo cual, si alguien puede aportarme datos agradecería los deje en los comentarios de esta entrada.

Tras atravesarlo, unas escaleras de piedra nos llevan a la parte alta de un muro en el que se ha colocado una cadena para evitar resbalones inoportunos,




muro que constituye la pared sobre la que llega a la estructura del molina el canal de agua que abastecía al molino y/o central eléctrica que tiene unas dimensiones también notables por el que sin duda podía discurrir un buen caudal de agua y por el que continuaremos nuestro caminar un buen trecho

foto: Nacho Orejas





Hasta llegar al azuz o presa de agua, rio arriba, desde el que se abastecía
vista atrás de la presa





La zona, claramente inundable en épocas de mucho caudal






sigue hasta encontrarnos con el siguiente molino, de menores dimensiones pero también en ruinas y que cuenta con la particularidad de que un árbol ha crecido desde su interior.







En el dintel de la puerta puede verse claramente la inscripción que lo data en 1818.







Lo bordearemos siguiendo el camino, por su derecha para poco después enlazar con la pista que habíamos dejado al comienzo y que lleva al Perancho



Pista desde la que pocos metros más adelante, sale a su izquierda un pequeño puente que vadea el rio para acceder a unas fincas, puente que no ha de tomarse



si bien después nos desviaremos por un sendero bien marcado y en claro ascenso que sale de la pista por su derecha, justo antes de alcanzar las ruinas del último de los molinos que se puede ver en la foto justo en la curva de la pista  pero al que no nos acercamos a ver



Aquí comenzarán los únicos metros de ascenso de toda la ruta en los que por un precioso bosquete iremos ganando metros sobre el río



Disfrutando de sus rincones así como de los sonidos que nos acompañan
foto: Nacho Orejas





Y desde el que veremos la central del Perancho, bastante abajo ya de nuestra posición.



Por él, tras un tramo con menor pendiente ya







y donde aprovechamos para sacarnos una foto recuerdo




llegaremos al cruce de la Cipresta que es donde el sendero entronca con la carretera que desde Gradátila lleva a Campanal . Como tenemos tiempo suficiente, subimos hasta Campanal para conocerlo y disfrutar así mismo de sus bellos rincones aunque no pudimos tomarnos un café en el bar pues era su día de cierre por descanso semanal.








Tras el paseo por Campanal, bajaremos por la carreta hasta Gradátila donde nos sorprendió el gran porte de sus antiguas escuelas de las que también me contaron que se construyeron por parte del ayuntamiento de Gijón, al igual que otras dos más en el Concejo, como compensación por el pinchazo del rio para levantar la central del Perancho y pasar la traída de aguas por sus territorios.

De Gradátila, a Piloñeta, a medio camino tomé esta foto donde se ve arriba a la izquierda sobre el cerro, el asentamiento de Campanal y en el centro, a la derecha, casas de Gardátila. En todo el descenso desde Campanal, no saqué ninguna otra foto.






Y esto fue todo. Espero os haya gustado

Hasta pronto.

Saludos

 

 

 

 

 

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