Tras el fiasco de la TC23, el 27 de julio tenía que llevar a media mañana a mi hija Eva a un compromiso que tenía en Mansilla de las Mulas y recogerla a última hora de la tarde así que para aprovechar ese tiempo intermedio y no volver a casa, decidí acercarme hasta el alto Curueño para arrimar a peña Valdorria. Así pues, tras dejar a Eva en Mansilla tomé rumbo norte hasta la localidad de Valdorria desde donde así se veía mi objetivo
Tras un primer intento por la arista este que tuve que abandonar tras encontrarme con un "muro" vegetal por el que me era imposible continuar
regresé al pueblo, donde en unos interesantes paneles se informa de la ruta verde entre Valdorria y Valdeteja
Desde él, saliendo por la pista que conduce al collado bucioso camino de Valdeteja
desde ese mismo punto, ahora hacia arriba, así se ve parte del recorrido que lleva hasta el collado del portillo del Agua, anterior a la cumbre
Una vez alcanzado dicho collado, habiendo seguido siempre el claro sendero, hay que ascender ahora unos metros a la derecha del mismo
(vista atrás del collado ya a media ascensión de esos metros citados)desde ella, las vistas son espectaculares. Al sur, con la meseta leonesa de fondo y el valle de curueño a la izquierda, destaca la inconfundible Peña Galicia
al oeste, el Correcillas o pico Polvoreda es el que atrae la vista
mientras que en dirección opuesta, este, son las peñas Pintas y al fondo, el inconfundible Espigüete y resto de cumbres de la montaña palentina
Disfruto de estas vistas en esta ascensión vespertina y antes de iniciar el descenso por el mismo recorrido, me hago la consiguiente foto de cumbre con el Bodón a mis espaldas.
Después el recorrido en coche y una vez ya en Mansilla de las Mulas y esperando a que Eva finalizase su compromiso tuve la suerte de encontrar uno de esos sitios en los que se come, cena en este caso, de maravilla: Restaurante la Curiosa donde dí buena cuanta de una ensalada de pimientos de Fresno con ventresca de Bonito
acompañado todo ello por un excelente Valdevimbre: 3 Palomares, de 12 meses, del que me traje media botella para casa pues aún me quedaban unos cuantos kilómetros de conducir hasta Oviedo.
¡Perguapu reportaxe d'una zona que nun conozo. ¡Norabona!
ResponderEliminarGracias Arturo, la verdad que el alto Curueño es una zona muy guapa con unas cumbres caliceras estupendas. Anímate a hacer algún recorrido por ellas ya verás como lo disfrutas. Un abrazu
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