Hacía ya una década desde que tras una gran pifiada no había vuelto a acercarme a la Crespa así que era hora de ponerle remedio y a la vez comprobar que tal de fondo me encontraba tras los meses de confinamiento. Sin embargo tampoco esta vez, el 8 de agosto de 2020, lograría el primero de los propósitos, si bien pude comprobar que cara al segundo, me encontraba estupendamente.
Os dejo el relato, algo más corto de lo habitual pero que entenderéis su por qué al final del mismo.
Tras un breve y gratificante descenso el camino llega nuevamente hasta el mismo cauce del rio de Enmediu que se ha de cruzar siguiendo por la pista que a la derecha comienza, con fuerte desnivel, el ascenso a las diseminadas cabañas de la braña de la Felguera
Superado el "mal trago", las ganas de llegar arriba me llevaron a continuar hacia la horcada de la Llomba y subir hasta la impresionante, por su ubicación, majada de Piedrafita donde en esa sombra, y con esas vistas hacia la Llambria y Picos de Europa repuse fuerzas. La verdad es que solo por éso, mereció la pena llegar ahí.
Toca seguir adelante y por encima de la cabaña, busco el sendero que me llevará hasta el collado de la Boqueriza y desde él así se ve La Crespa. Tan solo me restan 130 mts de desnivel pero con medio litro de agua escaso decidí dejar la cumbre para otro día y tirar hacia la Frayada para desde élla bajar a Cañandi a "repostar" en su deliciosa fuente. Así que cogí el sendero que desde el collado se dirige hacia los paredones del Cuetón...
Disfrutando de estas vistas del Vízcares y la foz de los Moñacos...
pero al llegar aquí, confundí este crestón con la Frayada y no encontraba el camino de bajada a Cañandi. Di varias vueltas y finalmente, ante el calor reinante y la falta de agua, decidí volver a la majada de Piedrafita y desandar el camino de la mañana hacia Orlé y la fuente del Rio de Enmediu
De "regreso" ya dando vistas al asentamiento de la majada de la
Felguera; el valle del rio de enmediu y cumbres de las que al fondo destaca,
empequeñecido por la toma, el Torres. El calor apretaba y estaba con tres
tragos de agua. Poco más arriba- en realidad a la salida la la majada de
Piedrafita- me encontré con Diego y su perro con los que me había cruzado anteriormente cuando iba camino del collado de la Boqueriza y que llevaban un buen tute
recorrido desde la Pesanca hasta casi la Llambria y regresaban...¡¡¡que
fortaleza!!! Buena charla. De las que prestan .
Quedaba aún buen trecho de camino pero cuando llegué a la fuente, creí encontrar el Paraíso. Menos mal que gran parte del recorrido lo había realizado a la sombra....
luego, aún pifiaría la cosa tomando la clara de rigor en Campo de Caso y al
ir a pagarla, encontrarme sin perres en el monederu. Gracias a quien me atendió
en el Hotel La Plaza por "invitarme". Te haré llegar el importe de la
consumición, palabra de honor.
Las otres dos pifiadas de hoy, fueron: dejarme la tarjeta de la cámara en casa
y llevarme las botas de Enol, un 44, en vez de las mías....
Como véis parece ser que la Crespa me gafa. Habrá ocasión de coronarla. Esta vez, pese a todo disfruté como un cosaco con las excelentes vistas desde todos las rincones que recorrí, así como comprobando un muy aceptable fondo físico.
En fín. Espero, al menos, que hayáis pasado un buen momento leyéndolo.
Saludos y hasta pronto.
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