miércoles, 5 de junio de 2019

El Siete.



Transcurridos 22 meses de haber visitado los Traviesos y la Canal Parda, sentía ganas de “tocar caliza” nuevamente. Así que aprovechando la retirada de la nieve en las cumbres más altas de la Cordillera; la buena progresión en la recuperación de mi estado físico y las ganas que tanto Manuel como Susi y Pedro tenían de conocer esta cumbre fue sencillo organizar la salida que quedó fijada unos días antes para el 31 de mayo. Con el calor que hacía esas fechas era aconsejable comenzar pronto así que quedamos a las 8,00 en Tuiza de arriba para llevarla a cabo.

Con un cielo completamente despejado y azul intenso en el que se recortaban Ubiña la Grande; Cuetu les Cabres; Puerta de Arco; Los Castillines y el siempre espectacular Portillín oriental

 comenzamos la andadura que en poco más de tres cuartos de hora nos acercaba a la vega del Meicín con un buen número de reses pastando en ella

Tras una parada en el refugio para cambiar impresiones con su gente sobre el estado de la subida al Siete, emprendemos la marcha para embocar el valle de Covarrubias
    (foto: Susi y Pedro)

yendo al encuentro  del camino que pasando bajo los farallones del Portillín lo recorre hasta su punto más alto dejando a nuestra izquierda peña Ubiña la grande y el Cuetu les Cabres 

ya en el camino, enfilamos directamente hacia la parte alta del valle, siempre con los Castillines como referencia
    (foto: Susi y Pedro)

cada vez más próximos

a la par que  el Meicín y su refugio van quedando más lejanos

llegamos a la enorme piedra que corona la subida del valle de Covarrubias y ahí seguimos a la derecha por el sendero que conduce a la pasada del Siete, primero arrimados a los contrafuertes de los Portillines
    (foto: Susi y Pedro)

para luego cruzar el pedrero hacia la base del Siete

buscando el espolón que sobresale sobre el pedrero y que es donde se inicia la ascensión


A partir de aquí, las trepadas son continuas y es TOTALMENTE RECOMENDABLE ir acompañados por alguien que conozca la ruta para evitar posibles contratiempos tanto por pérdida del trazado a seguir como ante cualquier cambio meteorológico que pueda sorprender en el ascenso o descenso.


Los primeros tramos discurren por una serie de “terrazas escalonadas” calizas
    (foto: Susi y Pedro)

con bastantes buenos agarres y sucesivos tramos donde hay que echar la mano a la roca

ésta presenta buena adherencia EN SECO 
    (foto: Susi y Pedro)

y la progresión se hace entretenida aunque siempre hay que estar muy atento  y extremando las precauciones

Se llega así a un tramo superior en el que por unos estratos con bastante inclinación y considerable patio atrás, se supera por su izquierda una gran llambria

tras este paso,

se alcanza la base de un paredón, muy próximo a las verticales paredes del tercer Castillín,

donde hay que continuar hacia la derecha por un terreno ascendente pero muy descompuesto, con bastante gravilla por la que se debe progresar con mucho cuidado de no tirar piedras hacia abajo por el peligro que supone si otras personas se encuentran realizando el ascenso en niveles inferiores
    (foto: Susi y Pedro)

así bordearemos dicho paredón y por una ladera igual de descompuesta subiremos a un hombro

dejando a la izquierda los Castillines y Ubiña la Grande

mientras de frente se despliega ante nuestra vista todo el valle que baja desde el puerto de Ventana hacia San Emiliano así como el macizo al completo de Somiedo.

Aquí hay que perder unos metros con tendencia a la derecha para encarar un marcado y amplio canalón

por el que comenzaremos el ascenso hacia la cumbre
    (vista atrás) (foto: Susi y Pedro)

situada al final del mismo

Las vistas desde la cumbre son espectaculares

Tras la cima de El Siete, el Crestón del Pasu Malu y Los Fontanes. Al fondo: Peña Rueda

Los Joyos de Cueva Palacios enmarcados por los Fontanes, izda, y Portillines y cordal que llega hasta Fariñentu, por la derecha. Tras este cordal, Siegalavá y Tapinón. Al fondo de los Joyos de Cueva Palacios, Peña Rueda

con zoom:
Peña Rueda y justo sobre su cumbre, Gijón.

Fariñentu y al fondo, sobre Peña Mayor, el Sueve

Portillines y el cordal con Canalón Oscuro -empastado sobre éstos- Camisos, Prau del Albo, Pie Ferreru...separando los Joyos de Cueva Palacios del valle del Meicín. Al fondo, Almagrera, Mesa y Tesa

con zoom:
Siegalavá y al fondo, Picos de Europa

refugio del Meicín

Tras la cumbre en primer plano, los Castillines y sobre éllos, Ubiña la Grande. A su izda un pequeño Cuetu les Cabres y al fondo, Cerreos

con zoom:
detalle de la senda les merines en su recorrido bajo la cara este de Peña Ubiña, con bastantes neveros aún.
 

El valle de San Emiliano con las primeras cumbres de Somiedo

Todo el macizo de Somiedo a la vista

con zoom:
zona central de Somiedo. Al fondo izda, con bastante nieve aún, el Cornón.

Tras disfrutar de ellas y hacernos la foto recuerdo

comenzamos el descenso, que al encontrarse la canal por la que puede rodearse el tercer Castillín con buena parte del recorrido aún con nieve/hielo, será desandando nuestros pasos.

Hay que extremar la precaución tanto evitando “tirar” piedras hacia abajo como asegurando cada uno de los pasos a seguir en los destrepes, así que fotos, pocas en este tramo.
    (foto: Susi y Pedro)

Alguna ya en las zonas menos complicadas de las terrazas inferiores

y de nuevo salimos al espolón que asoma en el pedrero de la base

dejando atrás todo el recorrido seguido por la ladera de El Siete y los Castillines a su izquierda.

Bajamos ahora hacia la “embocadura” del valle de Covarrubias

siendo vigilados por un solitario rebeco desde los neveros de las Cinchas del Planón

sobre los que dominan el Cuetu les Cabres y la Ubiñona

tan solo nos queda desandar todo el camino valle abajo

que de nuevo nos llevará al Meicín

para en el refugio reponer fuerzas con uno de los excelentes platos que allí pueden degustarse

antes de emprender el regreso a Tuiza

para dar por finalizado este precioso día de montaña.



Para finalizar, nuevamente hacer la recomendación de que esta ascensión al Siete NUNCA SE REALICE SIN ESTAR EN COMPAÑÍA DE ALGUIEN QUE LA CONOZCA PERFECTAMENTE ya que es una ascensión exigente, dura, difícil y que requiere una amplia experiencia en trepar y destrepar así como desenvolverse bien en terreno aéreo. En ningún caso este relato PRETENDE, NI ES UNA GUÍA DE ASCENSO sino simplemente la narración somera de un día de montaña con unos amigos.



En esta ocasión y dada la singularidad de la ruta no dejo como es habitual el horario estimativo de la misma ya que depende, en esta ocasión, de múltiples factores que imposibilitan establecerlo.
Espero que os haya gustado.
Saludos y hasta pronto.










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1 comentario:

  1. Precioso reportaje José, pero mucho me temo que no está a mi alcance en estos momentos. Y por supuesto, jamás lo intentaría sin contar con un buen guía. Gracias por compartir. PD: ya veo que la compañía fue de lujo. Un abrazo para todos vosotros. ¡Salud y Montaña"

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