Transcurridos 22 meses de haber
visitado los Traviesos y la Canal Parda, sentía ganas de “tocar caliza” nuevamente.
Así que aprovechando la retirada de la nieve en las cumbres más altas de la
Cordillera; la buena progresión en la recuperación de mi estado físico y las
ganas que tanto Manuel como Susi y Pedro tenían de conocer esta cumbre fue
sencillo organizar la salida que quedó fijada unos días antes para el 31 de
mayo. Con el calor que hacía esas fechas era aconsejable comenzar pronto así que
quedamos a las 8,00 en Tuiza de arriba para llevarla a cabo.
Con un cielo completamente
despejado y azul intenso en el que se recortaban Ubiña la Grande; Cuetu les
Cabres; Puerta de Arco; Los Castillines y el siempre espectacular Portillín oriental
comenzamos la andadura que en poco más de tres cuartos
de hora nos acercaba a la vega del Meicín con un buen número de reses pastando
en ella
Tras una parada en el refugio
para cambiar impresiones con su gente sobre el estado de la subida al Siete,
emprendemos la marcha para embocar el valle de Covarrubias
(foto: Susi y Pedro)
yendo al encuentro del camino que pasando bajo los farallones del
Portillín lo recorre hasta su punto más alto dejando a nuestra izquierda peña
Ubiña la grande y el Cuetu les Cabres
ya en el camino, enfilamos
directamente hacia la parte alta del valle, siempre con los Castillines como
referencia
(foto: Susi y Pedro)
cada vez más próximos
a la par que el Meicín y su refugio van quedando más
lejanos
llegamos a la enorme piedra que
corona la subida del valle de Covarrubias y ahí seguimos a la derecha por el
sendero que conduce a la pasada del Siete, primero arrimados a los
contrafuertes de los Portillines
(foto: Susi y Pedro)
para luego cruzar el pedrero
hacia la base del Siete
buscando el espolón que sobresale
sobre el pedrero y que es donde se inicia la ascensión
A partir
de aquí, las trepadas son continuas y es TOTALMENTE RECOMENDABLE ir
acompañados por alguien que conozca la ruta para evitar posibles contratiempos
tanto por pérdida del trazado a seguir como ante cualquier cambio meteorológico
que pueda sorprender en el ascenso o descenso.
Los primeros tramos discurren por
una serie de “terrazas escalonadas” calizas
(foto: Susi y Pedro)
con bastantes buenos agarres y
sucesivos tramos donde hay que echar la mano a la roca
ésta presenta buena adherencia EN
SECO
(foto: Susi y Pedro)
y la progresión se hace
entretenida aunque siempre hay que estar muy atento y extremando las precauciones
Se llega así a un tramo superior
en el que por unos estratos con bastante inclinación y considerable patio atrás,
se supera por su izquierda una gran llambria
tras este paso,
se alcanza la
base de un paredón, muy próximo a las verticales paredes del tercer Castillín,
donde hay que continuar hacia la
derecha por un terreno ascendente pero muy descompuesto, con bastante gravilla
por la que se debe progresar con mucho cuidado de no tirar piedras hacia abajo
por el peligro que supone si otras personas se encuentran realizando el ascenso
en niveles inferiores
(foto: Susi y Pedro)
así bordearemos dicho paredón y
por una ladera igual de descompuesta subiremos a un hombro
dejando a la izquierda los Castillines
y Ubiña la Grande
mientras de frente se despliega
ante nuestra vista todo el valle que baja desde el puerto de Ventana hacia San
Emiliano así como el macizo al completo de Somiedo.
Aquí hay que perder unos metros
con tendencia a la derecha para encarar un marcado y amplio canalón
por el que comenzaremos el ascenso hacia la
cumbre
(vista atrás) (foto: Susi y Pedro)
situada al final del mismo
Las vistas desde la cumbre son
espectaculares
Tras la cima de El Siete, el Crestón del Pasu Malu y Los Fontanes. Al fondo: Peña Rueda
Los Joyos de Cueva Palacios enmarcados por los Fontanes, izda, y Portillines y cordal que llega hasta Fariñentu, por la derecha. Tras este cordal, Siegalavá y Tapinón. Al fondo de los Joyos de Cueva Palacios, Peña Rueda
con zoom:
Peña Rueda y justo sobre su cumbre, Gijón.
Fariñentu y al fondo, sobre Peña Mayor, el Sueve
Portillines y el cordal con Canalón Oscuro -empastado sobre éstos- Camisos, Prau del Albo, Pie Ferreru...separando los Joyos de Cueva Palacios del valle del Meicín. Al fondo, Almagrera, Mesa y Tesa
con zoom:
Siegalavá y al fondo, Picos de Europa
refugio del Meicín
Tras la cumbre en primer plano, los Castillines y sobre éllos, Ubiña la Grande. A su izda un pequeño Cuetu les Cabres y al fondo, Cerreos
con zoom:
detalle de la senda les merines en su recorrido bajo la cara este de Peña Ubiña, con bastantes neveros aún.
El valle de San Emiliano con las primeras cumbres de Somiedo
Todo el macizo de Somiedo a la vista
Tras disfrutar de ellas y hacernos
la foto recuerdo
comenzamos el descenso, que al
encontrarse la canal por la que puede rodearse el tercer Castillín con buena
parte del recorrido aún con nieve/hielo, será desandando nuestros pasos.
Hay que extremar la precaución
tanto evitando “tirar” piedras hacia abajo como asegurando cada uno de los
pasos a seguir en los destrepes, así que fotos, pocas en este tramo.
(foto: Susi y Pedro)
Alguna ya
en las zonas menos complicadas de las terrazas inferiores
y de nuevo salimos al espolón que
asoma en el pedrero de la base
dejando atrás todo el recorrido
seguido por la ladera de El Siete y los Castillines a su izquierda.
Bajamos ahora hacia la “embocadura”
del valle de Covarrubias
siendo vigilados por un solitario
rebeco desde los neveros de las Cinchas del Planón
sobre los que dominan el Cuetu
les Cabres y la Ubiñona
tan solo nos queda desandar todo
el camino valle abajo
que de nuevo nos llevará al
Meicín
para en el refugio reponer
fuerzas con uno de los excelentes platos que allí pueden degustarse
antes de emprender el regreso a
Tuiza
para dar por finalizado este
precioso día de montaña.
Para
finalizar, nuevamente hacer la recomendación de que esta ascensión al Siete NUNCA
SE REALICE SIN ESTAR EN COMPAÑÍA DE ALGUIEN QUE LA CONOZCA PERFECTAMENTE ya
que es una ascensión exigente, dura, difícil y que requiere una amplia experiencia
en trepar y destrepar así como desenvolverse bien en terreno aéreo. En
ningún caso este relato PRETENDE, NI ES UNA GUÍA DE ASCENSO sino
simplemente la narración somera de un día de montaña con unos amigos.
En esta ocasión y dada la
singularidad de la ruta no dejo como es habitual el horario estimativo de la
misma ya que depende, en esta ocasión, de múltiples factores que imposibilitan
establecerlo.
Espero que os haya gustado.
Saludos y hasta pronto.
.
.
Precioso reportaje José, pero mucho me temo que no está a mi alcance en estos momentos. Y por supuesto, jamás lo intentaría sin contar con un buen guía. Gracias por compartir. PD: ya veo que la compañía fue de lujo. Un abrazo para todos vosotros. ¡Salud y Montaña"
ResponderEliminar