El Retriñón y las brañas Alleranas era una de las rutas clásicas de nuestras montañas Asturianas que por raro que parezca, hasta el pasado día 18 de Noviembre aún estaba en mi particular carpeta de “pendientes”. Ese día, pese a las adversas condiciones meteorológicas reinantes, pero animados por una mejoría hacia media mañana, Monchu, Esther, Jorge, Juan Carlos y yo iniciábamos su andadura desde Felechosa para completar una jornada que si bien fue más húmeda de lo esperado, también hay que señalar que fue de una extraordinaria belleza, con un último tramo a destacar y en la que reinó un fabuloso ambiente de camaradería. Así pues, este es el relato:
Eran poco más de las 9,00 de la mañana cuando enfilábamos el camino que saliendo de la ermita de Felechosa, se adentra por el valle de Fresnedal recorriéndolo parejo al arroyo de mismo nombre y señalizado con las llamativas marcas del PR-AS 30.
(foto: Esther)
Pese a la lluvia y el cielo plomizo, los colores otoñales se dejan notar bien
Y aún más la abundancia de agua con la que baja el arroyo como podemos ver en la foto
tomada justo antes de la angostura de las peñas Cutias
(foto: Monchu)
lo cual sería tan solo el aviso previo de lo que un trecho más arriba nos encontraríamos en el punto del recorrido donde el camino cruza el arroyo. Lugar que nos costó sus más y sus menos para vadearlo con éxito.
(foto: Monchu)
Tras unas revueltas, el camino se adentra en una zona de felechales desde la que así de bonito se ve hacia abajo el valle por el que vamos ganando altura
Y previa a la primera de las brañas, La Gamonal, situada unos metros por debajo del camino a su izquierda
De ésta, continuamos por el empedrado camino para seguir ganando altura con dificultad por lo resbaladizo de las losas
Hasta que un trecho más arriba se nos viene a la cabeza aquello de “virgencita déjanos como estábamos” al encontrarnos primero con una zona completamente anegada
Para luego dar paso a un verdadero torrente que descendía por la caja del camino
Llegando por momentos a dudar de cual sería el mejor río por el que avanzar.
Situación ésta que se prolongó hasta las inmediaciones de la segunda de las brañas: El Mayaín
A la que llegamos en el momento de más lluvia del día
y en la que paramos en una cabaña tanto a dar un primer picoteo como para resguardarnos unos minutos de las inclemencias meteorológicas.
Aún en estas condiciones, la belleza del lugar es notable
Tras la pausa, y con tan solo un ligero orbayu molestándonos, emprendemos camino hacia la siguiente braña con sus dos coquetas cabañas a la vista: La Bizarrera
Desde a la que a su vez, divisamos en lo alto de la collada las cabañas de la braña La Valencia
Vista ahora en primer plano con las de la Bizarrera, abajo al fondo.
El orbayu ha remitido cuando alcanzamos la collá de La Valencia pero no así la niebla que no deja ver al coloso Retriñón enfrente nuestro.
(foto: Jorge Fonseca)
Monchu y Esther, con su buen criterio y ejerciendo de anfitriones proponen posponer el ascenso desde este punto, como en principio estaba planeado, y en su lugar dirigirnos a las siguientes brañas para dar tiempo al tiempo –climatológico- y ver si despeja y si eso ocurre, acometer el ascenso desde allí. Emprendemos la caminata, casi en llano,
por el valle que entre el picu Llacia a la derecha y el propio Retriñón a la izquierda va desde la collá de La Valencia hasta la collá La Tabierna.
La niebla va levantando algo y cuando llegamos a la braña de El Otero hay una aceptable visibilidad.
Lo suficiente para quedar prendados de su belleza y del lugar en que está enclavada.
Disfrutamos enormemente de ella y cuando la sobrepasamos para dirigirnos a Las Ordaliegas, sorprendemos a tres venaos hembras en aquella.
Pronto se dan cuenta de nuestra presencia y en rápida carrera desaparecen de nuestra vista.
Continuamos hasta la cercana braña
y desde ella vemos ya la cumbre del Retriñón emergiendo nevado entre la neblina.
Este “levantamiento” de las nubes, nos anima de tal manera que la subida hasta la collá de La Tabierna, la hacemos en un plis plás,
aún si cabe más animados cuando miramos hacia atrás y vemos todo el valle recorrido con la collá de La Valencia, al fondo, iluminada por un rayo de sol, el picu Llacia, el Retriñón y las dos últimas brañas asentadas en él.
Sobrepasada la collá de La Tabierna, nos damos de bruces con la braña de mismo nombre, un conjunto de cuidadas cabañas –incluso hay una parabólica- asentada en el minúsculo valle existente entre la susodicha Collá y el collado de la Piornosa enfrente;
valle que se escapa hacia la derecha por la foz del río Freno entre el pico La Mola y La Llomba los arrudos por la que sigue el PR AS-30 que nosotros abandonamos en este punto. Dejando la foz y La Mola a nuestras espaldas, remontamos las cabañas más altas en dirección a la peña de la Tabierna.
Ganamos altura y aunque Monchu opinaba que lo mejor sería subir al alto y luego crestear, no consiguió convencernos y giramos hacia la izquierda en busca de un camino que, entre los piornales nos llevase hacia la collao La Muezca.
Fue el tramo más engorroso del día
(foto: Jorge Fonseca)
hasta que logramos salir a lo alto del valle que desde la braña del Otero asciende al Retriñón
Con el collao a la vista entre la neblina y con un buen sendero a seguir en su dirección
Cuando lo alcanzamos, vemos por un momento el valle de Xulió entre las nubes al otro lado
Así como la cumbre del Retriñón medio oculta tras los picos que corforman la crestería desde el collao hasta él
Crestería por la que proseguimos en un intento de alcanzar la cumbre despejada
Intento que pese al esfuerzo empleado en el acelerón, no logramos
Llegando a la zona con nieve con el horizonte cubierto
Y a la cumbre sin visibilidad alguna lo que acortó nuestra presencia al tiempo justo de inmortalizar nuestra presencia en ella
(foto: Monchu)
Y comenzar el descenso por la parte opuesta a la del ascenso
Los 500 metros de continua bajada, por un terreno con nieve, barro, piornos…..lo hacemos rápido
Y sin más parada que la de la cueva del Otero
y desde dentro hacia afuera
(foto: Monchu)
Para seguir hasta la braña,
donde volvemos a recrearnos con su belleza y reponemos fuerzas antes de continuar la ruta.
A partir de aquí, haremos un trayecto a mi parecer precioso tanto por su entorno bravío como por los colores otoñales que aún perduraban en él.
De la braña El Otero, hay que descender hacia la foz del Escuciarréu, entre el pico Llacia, a su derecha y la Llomba el Puxo a la izquierda
Las aguas de todo el valle confluyen en tres arroyos hacia la foz,
juntándose poco más abajo de las cabañas de la braña La Mornera, aquí vista hacia atrás
Dando paso a una corta foz
tras la que el sendero girará a la derecha alejándose de las aguas del arroyo que se precipitarán en una imponente cascada
El sendero, como queda dicho, gira a la derecha, salvando unos impresionantes espolones rocosos que desde el pico Llacia caen 300 mts hacia el fondo del valle.
Haciendo un pequeño recorrido muy bonito
antes de sobrepasar el segundo de ellos, puede verse desde un impresionante balcón
la parte alta de la cascada desde el mismo sendero
Monchu, bajó aún más hasta un pequeño promontorio colgado sobre el vacío, desde el que hizo esta foto de la cascada en todo su salto:
(foto: Monchu)
Tras el segundo espolón, se da paso a la parte del valle orientada hacia el Brazuelo cuyas cabañas se ven al fondo
Zona ésta de felechal aunque el sendero está bien marcado y donde algún solitario árbol nos deleita con su colorido
En la vertical del Brazuelo, el sendero gira a la izquierda para superar este nuevo espolón por una collada a 1.100 mts
Que abre las vistas hacia la Oriella con el monte Cebarón bien visible y el collado el alto Vallina, entre él y nosotros, hasta donde llega una pista apta al tránsito rodado por la que puede descenderse a Felechosa (la que se ve a la izquierda que no tiene nada que ver con la otra de la derecha).
Nosotros, continuamos de frente para proseguir por la bien marcada senda –pista hasta un buen trecho más adelante – de Pedro Calderu
Por la que disfrutaremos aún de bellos parajes
Hasta que pasada la última casa, vuelve a transformarse en sendero completamente tapizado de hojas
Dando vista nuevamente al valle de Fresnedal , enlazando con el camino por el que iniciamos esta bella ruta y donde vemos un último rayo de sol que atravesando las nubes se deja caer sobre las casas de Felechosa
A donde llegaremos poco después concluyendo este preciosa ruta.
Como siempre, los tiempos orientativos del recorrido:
Trayecto en coche:
Oviedo – Felechosa…………………………………………50 minutos
Trayecto a pié:
Felechosa – braña la Gamonal…………………………. 60 minutos
La Gamonal – braña El Mayaín………………….……….30 minutos
Mayaín – Braña La Bizarrera……………………………….. 7 minutos
Bizarrera – braña La Valencia………………………………. 4minutos
La Valencia – Braña el Otero………………………………..30 minutos
El Otero – braña las Ordaliegas……………………………. 5 minutos
Ordaliegas – braña La Tabierna…………………………… 25 minutos
La Tabierna – Collao la Muezca…………………………… 55 minutos
Collao la Muezca – cumbre Retriñón…………………..35 minutos
Cumbre – descenso a la braña el Otero………………50 minutos
El Otero – inicio foz ………………………………………………15 minutos
Foz – segundo espolón…………………………………………12 minutos
Segundo espolón – La vallina………………………………...25 minutos
La Vallina – fin pista……………………………………………….17 minutos
Fin pista – felechosa………………………………………………35 minutos
Bueno pues esto fue todo, espero que os haya gustado y aunque el tiempo impidió disfrutar de los paisajes que se divisan desde la cumbre del Retriñón, quedó un extraordinario buen sabor de boca por la belleza de las brañas así como de la última parte del recorrido por el Escuciarréu, el cual recomiendo encarecidamente y más si es época en que el arroyo baje con agua pues podrá verse la cascada en todo su explendor.
Saludos y hasta pronto amigos.
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Más que una excursión fue un supliciu. Si fuera un trabajo no habría dinero para compensarlo. A pesar del mal tiempo...¡vaya fotos, Jose!
ResponderEliminarNo hace mucho, los componentes del G.M. " Trasgu Andayón ", hemos visitado la zona.
ResponderEliminarTenemos en común, que a los dos, pese a todas las marchas, caminatas, "pateadas", y demás que llevamos haciendo por estas nuestras montañas; nunca habíamos pisado esta zona de nuestra tierrina. Y al igual que te sucedió a ti, lo mismo me pasó a mi: una grata impresión de la belleza de las majadas y del entorno de la zona. Todavía lo tuvisteis peor vosotros en cuanto a la climatología se refiere.
No se si habrás "fisgado" en mi página de Picasa o en mi blog: "Andanzas de Viti Pisapraos". La primera parte de la ruta, es exacta a la realizada por nosotros, el descenso distinto; pero los dos de gran belleza. El vuestro por la foz y el nuestro por el espectacular hayedo que atravesamos. En definitiva un gran deleite para nuestra visión, ¿verdad, compañeru?
He quedado muy satisfecho con la contemplación de las bellas imágenes que habéis captado. Gracias por ello.
Un abrazo del "pisapraos".
Preciosa ruta. Preciosa........a pesar de esa molesta meteorología de la primera parte del recorrido que, sin embargo, fue compensada en la segunda mitad, con ese espectáculo de belleza, de colores, de senderos.......Vaya fotos.!!!
ResponderEliminarMe la apunto para una futura ascensión, dado que ya van algunos "añitos" que no subimos por esa zona. Un cordial saludo.
La patiada ye perguapa y les semeyes meyores. ¡Llástima de tiempu que nun vos ayudó!
ResponderEliminarRetriñón, una montaña especial para mí, la primera que subí con consciencia de lo que hacía. Preciosa la zona en esta época. Una pena lo del tiempo, pero es un "extra" a la subida en sí.
ResponderEliminarUna pasada Jose... que bones alcordances de la nuesa ascensión dende Caliao. Nós dalgo compartimos de la ruta, al menos el crestéu de la Tabierna al Retriñón y con un piquín que tamién ficimos enantes de la Tabierna.
ResponderEliminarGuapísimu dende la vertiente ayerana, la pena'l día namái, porque les semeyes y la compañía estupenda
Un abrazu
Muy buena Jose, el mal tiempo se compensó con el disfrute, o no?
ResponderEliminarLas fotos fantásticas.
Un saludo
Muy guapa Jose, y que bien ilustrada, enhorabuena a todos¡¡¡¡¡
ResponderEliminarRecorrido que hice ya un tiempo en el que subimos Retriñón y la Muesca con el mismo recorrido y que es una auténtica preciosidad. Que pena el agua, pero también le da vida a las fotos con esas cascadas y esos ríos-caminos. Bueno ni que decir de la compañía... Un abrazo Jose.
ResponderEliminarEsta ruta bien la podías denominar como el tsunami, madre mía que de agua!!!, eso sí, le da un encanto especial. Muy guapas las fotos y que colorido.
ResponderEliminarUn saludo
Menuda jornada, creo que los chubasqueros se ganaron el sueldo de veras,
ResponderEliminary las botas mejor hubieran sido piraguas, madre mia.
Pero una experiencia mas para contar y recordar, ademas de comprender la grandeza de nuestros montes.
El reportaje fotografico, puff de quitar el hipo, enhorabuena Jose.
Pese al mal tiempo, ya veo que le pusisteis buena cara; y supisteis verle el lado bueno, como se puede comprobar en las fenomenales fotos.
ResponderEliminarUn saludo.