jueves, 23 de agosto de 2012

Vega Huerta.


Agosto.
Un año más, como consorte de sajambrina, la cita de principios de mes con motivo de las fiestas patronales, es en Soto de Sajambre. Y un año más, tras la decepcionante climatología del anterior verano, mi mente estaba centrada en alcanzar esa cumbre que para mí ya casi es una obsesión: La cabra blanca.
Así pues, tras una primera semana de fiestas y mal tiempo en la que tan solo subí un día hasta Vegabaño, llegó  la segunda más ociosa y en esta ocasión, de un extraordinario buen tiempo, tal como en sus pronósticos había avanzado Michu. Tal fue así que asegurado climatológicamente, el intento de conquistar tan ansiada cumbre pudo al fin materializarse y el día 8 de agosto acompañado por Enol y mi sobrino Roque salíamos de casa, algo más tarde de lo que habíamos planeado pero con tiempo más que suficiente, rumbo a Vega Huerta. El día estaba completamente despejado y por el camino viejo a Vegabaño, así de guapa lucía peña Beza
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La sombra por la que discurre dicho camino facilitó un calentamiento previo
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disfrutando con intensidad cada uno de sus preciosos rincones
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A la entrada de Vegabaño, a la altura de los contenedores de basura salimos de la pista que lleva al refugio
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para cortar por la campera en dirección al cierre de madera  por cuya parte baja 
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 discurre el sendero que paralelo a la empalizada y con unas buenas vistas de Peña Santa
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cruza el arroyo Turégano
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antes de adentrarse en el bosque en busca del rio Dobra
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El sendero discurre perfectamente jitado en todo el trayecto
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durante el cual se cruzan dos riegas
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y en el que en tramos más abiertos puede disfrutarse de vistas espectaculares
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atravesando parajes siempre muy guapos
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antes de llegar al puente que cruza el Dobra
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Desde él, comienza la subida al collado del Frade
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pasando junto al milenario Roblón de Cuestafría
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Y ganando considerable altura como se aprecia en esta vista hacia atrás, casi arriba del bosque, hacia Vegabaño viéndose también Maciéndome y Tiatordos
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Alcanzar el cuetu Salambre, significa salir de la protección del bosque y caer de lleno bajo los rayos de sol que va “apretando” considerablemente dificultando la progresión hacia el Frade casi tanto como los altos matorrales aunque la vista espectacular de los Moledizos ayuda a apurar el paso
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ya en el collado, hacia atrás así se ve el Cuetu Salambre, límite del bosque con el Jario sobre él
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mientras hacia adelante, la impresionante imagen de los altos del Verde y los Moledizos, separados por la canal del perro y todos ellos cerrando el horizonte sobre la campera del Frade en la que destaca  el refugio.
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Hacia el que descendemos para picar algo y aprovisionarnos de agua fresca ya que no lo habíamos hecho ni en la fuentina ni en la fuentona del cuetu Salambre
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Tras la parada, reiniciamos la marcha ascendiendo a la colladina del Frade dejando en unos instantes el refugio atrapado en su soledad entre el Cerro  y las estribaciones de los altos del Verde con Beza y Cabronero reinando en la vertiente opuesta del valle del río Dobra
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por delante de mí, Roque y Enol han emprendido su particular ascenso siguiendo la estela de tres fugaces "superseres" que luego nos enteraríamos  estaban entrenando para futuras ediciones de la travesera de Picos, lo cual explicaría el ritmo de su paso, inalcanzable incluso para dos chavales de 17 años. Del mío, mejor ni hablar!!!
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Alcanzada la colladina, hay que descender unos metros para pegados a los murallones de los Moledizos, adentrarse en el pedrero que conduce a la canal del Perro
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desde donde mirando hacia atrás, el refugio se presenta ya como un pequeño punto rojizo en los pastizales del Frade
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Hacia adelante la canal del Perro
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donde en la pequeña horcadina que hay hacia la mitad de su recorrido, Roque y Enol llevan esperándome media hora una vez que han desistido de alcanzar – creo que mas por no dejarme solo que por que les faltasen fuerzas- a los tres “traveseros”
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Aunque reiniciamos la marcha juntos, pronto van distanciándose nuevamente de mí, que al símil ciclista me han sacado de punto intentando darles alcance y me muevo con una tremenda pájara, tanto que cuando alcanzan el collado que da paso a la zona más suave de la canal, ya los veo como dos puntitos lejanos
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Menos mal que a partir de ahí, la pendiente se suaviza
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Y tras una nueva parada y el generoso cambio de mochila que me ofrecen –ellos llevarán la mía (evidentemente con mas carga que las suyas) a medias y yo la de uno de ellos – seguimos elevándonos
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dejando atrás esta parte del recorrido
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para ganar el collado del Burro – siempre me llamó la atención la toponimia de esta zona- con la ya sugestiva imagen de Peña Santa frente a nosotros.
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El camino del Burro, supone un alivio para mí pues aunque un tanto rompe piernas por una zona kárstica de continuos sube y bajas, en definitiva es una cuesta abajo hacia Vega Huerta que se intuye bajo los paredones sombreados de la “reina” y la silueta en un plano anterior a ella, más clara, de los Tesos de Cotalbín hacia donde se dirige el bien marcado sendero
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que hacia atrás vemos claramente como desciendo desde el collado del Burro con los Moledizos a la izquierda según miramos
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El sendero con la referencia de Peña Santa enfrente y siempre bien marcado
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nos lleva hacia una zona desde la que se abre un inmenso ventanal hacia el macizo central
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Desde ese  punto del recorrido, y con una panorámica de 180º, vemos desde la Peña Santa que quedaría frente a nosotros, una ventana por la que se ve el macizo central de los Picos – a la derecha de la marcha- y Peña Bermeja y los Moledizos que quedarían a la espalda del sentido de la marcha
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Un trozo más adelante, así destaca la Bermeja a nuestras espaldas
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Mientras poco a poco vamos acercándonos a la base izquierda de los inconfundibles Tesos de Cotalbín
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Desde donde la perspectiva se abre al este de Peña Santa, casi oculta por ellos, pero igualmente impresionante con cumbres como El Gato, Aguja de Corpus Christi, Los Estribos y La Cabra Blanca
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que por cierto atrae instantáneamente mi mirada – y, ¿a quién no, verdad?
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Alcanzado el collado y ya sin los Tesos de por medio, esta es la imagen de los paredones sur de La Peña Santa y el resto de cumbres descritas con los verdes pastos de Vega Huerta a sus pies
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hacia donde nos encaminamos debiendo perder unos cuantos metros siguiendo el sendero
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para llegar al refugio
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El enclave del mismo, es simplemente maravilloso.
 Al sur del mismo, Los Tesos de Cotalbín
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Al oeste, las vistas enmarcadas entre La Punta Extremera a la izquierda y la Garita Cimera y Bajera, por detrás de la aguja del Corpus Christi a la derecha, se pierden sobre los pastizales con Peña Beza y Cantu Cabroneru abriendo un sinfín de cordales que abarcan hasta las propias Ubiñas
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Al norte, la inmensidad de los paredones de la cara sur de Peña Santa recorridos por infinidad de vías de escalada, auténtico edén de escaladores  como Pedro e Iñigo, con los cuales departiríamos más tarde en el refugio, tras haber realizado ellos,  la vía Rescate Emocional
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Y al este, el tajo de la canal de Mesones entre los Tesos de Cotalbín y el Picón que cierra los puertos de Cuba, deja ver la incomparable vista hacia el central con toda la cohorte de cumbres desplegada ante nuestra vista.
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Momentos de regocijo que dan paso a la monótona realidad. Avituallamiento de agua en la fuente
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y preparación de los sacos en las duras literas de cemento del refugio para una vez anochezca, tan solo tener que meterse en ellos. Estamos solos en el pequeño habitáculo rehabilitado  que, para mis gustos, bien podrían haberlo hecho algo mayor.


Enol y Roque, rendidos por la caminata y habiendo dormido tan solo tres horas después de la última verbena ayer de las fiestas de Soto, echan una cabezada en el interior del refugio mientras en los alrededores, la vida comienza a dejarse ver. Primero aparecen cabras pastando plácidamente por los alrededores – y casi dentro-
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para ir acercándose a la fuente dejando preciosos contraluces
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Mientras las luces y sombras van cambiando en el Central
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Y sobre Beza y Cabroneru
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Luego son los rebecos quienes aparecen, primero tímidamente
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para después ante mi quietud, pastar  el rebaño al completo junto a mí,  tras de haber bebido en la fuente
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Las luces van moldeando unos picos y silueteando otros: Los Cabritos, por delante del Central, muestran su verticalidad sobre el verde Picón y los puertos de Cuba
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Más tarde, son las vacas las que llegan a las inmediaciones del refugio, pastando alrededor de él antes de acercarse a la fuente y desaparecer
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mientras que sobre el paso que sirve para bordear la aguja del Corpus Christi, asoman espectaculares  la Cabra Blanca y El Diente
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Cenar junto al refugio con el Torrecerredo vigilando al otro lado, es un auténtico lujo
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pero cuando los cielos comienzan a teñirse de rojo
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No sabemos como definir lo que sentimos

La aguja del Corpus y el Gato, impresionantes
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El central, apagándose ……….
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Mientras las últimas luces dejan ver en la lejanía , hacia el oeste, la inconfundible silueta de Las Ubiñas.
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Es la última imagen antes de conciliar el sueño y que como todas las anteriores quedará grabada por mucho tiempo en nuestras retinas.
Al día siguiente, varios factores y alguna obligación, aconsejan dejar para otra ocasión el intento de coronar La Cabra Blanca. Estamos satisfechos y desandamos el recorrido efectuado camino de casa. No pasa nada. Hemos disfrutado enormemente con lo realizado, con los visto, con lo sentido…..


Esto es lo que dio de sí esta nueva ruta montañera. Espero os haya gustado y como siempre, los tiempos orientativos invertidos en el recorrido

Recorrido a pie:
Soto de Sajambre – Vegabaño (por el camino viejo)………………………… 50 minutos
Vegabaño – puente sobre el Dobra………………………………..………… 31 minutos
Puente sobre el Dobra – Cuetu Salambre……………………………………. 45 minutos
Cuetu Salambre – refugio de El Frade……………………………………….. 20 minutos
refugio de El Frade – colladina del Frade……………………………………  25 minutos
colladina del Frade – collada del Burro (tiempos de pájara)…………....……. 70 minutos
collada del Burro – Vega Huerta……………………………………………. 50 minutos

Como punto final, decir que Vega Huerta bien merece una visita.
Saludos y hasta pronto.
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9 comentarios:

  1. precioso ruton por tierras leonesas y preciosas fotografias que plasman la belleza de esas montañas y vegas todo un disfrute para la vista..... un saludo....

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  2. Una gozada ese hotelito que os buscasteis Jose. Menudo anochecer. Ya me habías contado que los chavales iban a "su ritmo", pero joer, menudo ritmo parece que llevaban. No me los traigas de monte, que me van a dejar mal, ja, ja.
    Un saludo

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  3. Una de mis zonas pendientes, que pasada de ruta y que atardecer... precioso reportaje y fotazas José. Un enorme abrazo.

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  4. Jose, ¡GRACIAS POR PONERNOS A LOS PIES DE LA REINA DE LA CORDILLERA CANTABRICA!!!!

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  5. Te devuelvo el comentario, compañero. ¡Qué buenos recuerdos me trae la zona, recientemente visitada! Al igual que tu, he intentado reflejar en mi reportaje de Picasa, las vivencias sentidas, al pasar por aquellos parajes.
    Para un "pisapraos" como yo, esta ruta, en parte coincidente con la vuestra, me ha dejado una profunda huella montañera. A pesar de no haber ascendido a ninguna cumbre, la caminata, ya de por si, es un esfuerzo considerable y las vistas que se ofrecen a cualquier caminante, son realmente extraordinarias.
    Decirte que tu reportaje, está perfecto en cuanto a descripciones, y completado perfectamente, con unos comentarios excelentes.
    Gracias por todo ello, compañero.
    Saludos montañeros de Viti "Pisapraos".

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  6. Muy buen relato....!!! Pero que muy bueno..!!!......Si a uno le gusta la montaña, se disfruta un buen rato leyéndolo y viendo las afotos. Utilizas en todo momento una precisa y certera toponimía. Se observa que dominas a la perfección tan preciada zona. No tengo más que felicitaros por tan enorme ruta y explicación de la misma. Saludos.

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  7. Espectacular Jose....mira que la fice durante la travesera una vegada en baxada y casi otra en xubida... pero'l to relatu y les tos semeyes acaben de dame ganes de volver, jeje

    Un abrazu

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  8. Vaya Jose, un reportaje espectacular, sí señor. ¡Menudas fotografías, por favor! No sabría con cuál de ellas quedarme, la verdad.
    Una aventura en toda regla y qué mejor compañía que la de tu hijo y tu sobrino.
    El único 'pero'... pues que tuviste que volverte una vez más sin la Cabra Blanca. Tranquilo, cualquier día de estos te haces con ella.
    ¡Cuenta conmigo para la próxima vez que quieras intentarla!
    Un abrazo.

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  9. Impresionante ruta, e inigulables fotos con ese anochecer en la montaña. todo un lujo de dia, que solo merece la envidia. de los que os seguimos a traves de este blog. Intentaremos seguir poco a poco vuestros pasos (los tuyos Jose porque los de los chavales Puf.dificil tarea ya)
    Un saludo.

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