El año 2024 llegaba a su fin y atendiendo a la invitación que para el 28 de diciembre me habían hecho Manuel y Cienfuegos para acudir a despedirlo, montañeramente hablando, al Tromeu junto a Diego; Pancho; Javi; Pablo y Fernando acepté encantado tanto por las ganas de compartir una ruta con todos ellos, como porque durante todo el año ni una sola vez me había acercado aún hasta allí a visitar el lugar donde eternamente descansa Carlos. Atendiendo a esta última razón, y tras consultarles a ellos, invité también a acompañarnos a mi buen amigo Juan, hermano de Carlos.
La descripción pormenorizada de la ruta ya la tenéis en este blog en unas cuantas entradas así que aquí mas bien dejaré constancia de lo que fué un estupendo día de montaña disfrutado por buenos amigos.
Juan y yo, algo menos en forma que el resto, la comenzamos desde la braña Tuiza mientras el resto lo hicieron desde poco mas arriba de Villanueva siguiendo el camin vieyu a San Lorenzo reuniéndonos todos poco mas arriba de la braña Tuiza para continuar todos juntos hasta la cumbre.
El día estaba muy frío y la laguna de la Canalada estaba casi congelada cuando llegamos hasta ella con el sol luciendo sobre el Tromeu
Tranquilamente entre animadas charletas continuamos hasta alcanzar la cumbre, siguiendo el recorrido habitual
disfrutando de las amplias vistas que desde ella se contemplan y que en esta ocasión, Juan perfecto conocedor de las mismas fue detallándonos con asombrosa precisión.
En la cumbre, junto al buzón que honra la memoria de Carlos, quiso la casualidad que ese mismo día habría sido su cumpleaños, brindamos por el año nuevo y le acompañamos durante unos instantes antes de iniciar el regreso hacia la braña del Rebel.lón
en la que nuevamente Juan nos ofreció unas magistrales charlas sobre la tradición, costumbres y vivencias en la misma, así como nos enseñó por dentro uno de los teitos de la misma explicándonos sus particularidades
aquí, nuevamente nos separaríamos pues Juan y yo bajamos hacia la braña de Tuiza mientras el resto de compañeros lo harían directamente hacia las proximidades de Villanueva donde tenían sus vehículos. Posteriormente comeríamos todos juntos en un establecimiento de San Martín
rematando la jornada con la visita que hicimos al pozo San Jerónimo de la antigua Hullasa, donde Juan trabajó casi toda su vida hasta el cierre de la explotación y en el que de manera altruista mantiene un pequeño museo de la minería tevergana con una interesante colección histórica de fotografías desde finales del XIX así como numerosos objetos relacionados con la actividad extractiva.
poniendo un magnífico colofón a un estupendo día de despedida de año montañero 2024.
Espero os haya gustado.
Hasta pronto.
Saludos.
.