miércoles, 17 de agosto de 2016

La Cabra Blanca y la canal de Capozo. Del cielo a los infiernos.





Cuando en julio recibo la invitación de mi amiga Clemen para acompañarla en agosto, junto a Edu,  a la Cabra Blanca inmediatamente le digo que sí. Posteriormente vendrá el análisis de la prolongada inactividad de casi un año de duración; la falta de fondo físico….pero las ganas son muchas pese a todo mantengo mi presencia en el grupo que intentará la cumbre y que finalmente estará integrado por Clemen; Ana; María; Solita; Edu; Agus; Juanjo; Javi ; Juan Carlos y Floyd.

Vegabaño. 5 agosto 2016. 18:30


Llevo en Soto de Sajambre desde el día 1 y ésta es la tercera vez que llego a Vegabaño, aunque hoy mis miras están puestas más arriba. En las dos ocasiones anteriores, preparándome para el asalto de mañana, tuve buenas sensaciones lo cual me anima enormemente.

Hoy atravieso la majada sin acercarme al refugio buscando la empalizada junto a la que discurre el sendero que me llevará a Salambre para cruzar el río Dobra.

las nubes juegan en altura ocultándome por momentos las cumbres características de este sector del Occidental

mientras mis pasos discurren cómodamente por el sendero perfectamente jitado, gracias Julián y Nuria.

por el que en media hora alcanzo el puente sobre el Dobra

adentrándome en el precioso bosque de Cuesta Fría camino del refugio del Frade, donde según mis planes pasaré esta noche para mañana afrontar el reto habiendo ganado ya unos metros que me permitirán un menor desgaste.

El recorrido por el bosque, mágico y precioso


así como el Roblón que ahí sigue impertérrito al paso de los años y de los montañeros y senderistas que junto a él pasamos

Llego hasta la collada del cueto Salambre. Me encuentro muy cómodo y observo como la niebla juega a la altura del collado que abre paso a la vega donde se encuentra el refugio.

son los últimos cien metros a ganar hoy así que continúo mi caminar disfrutando, hacia atrás, de unas guapas vistas de las cumbres resurgiendo sobre las nubes.

ya en el collado, el refugio del Frade aparece bajo las paredes de los altos del Verde, semi desdibujados por las nubes.

Llego hasta él. No hay nadie más que las vacas pastando y la mastina que las cuida que viene a mí en busca de algo que comer. El refugio está limpio y tras colocar mis cosas

subo hasta el collado que divide la vertiente de Valdeón y la de Sajambre pues sé que allí, junto a la señal, hay cobertura telefónica y así ponerme en contacto con mis compañeros de cara a mañana.

Las vistas son espectaculares con la niebla entrando y saliendo, subiendo y bajando desde Carombo hasta el Frade


y aposentadas hacia la cordillera de la que tan solo emergen los picos más destacados sobre ese mar de nubes.

Me pongo en contacto con mis compañeros sobre la hora de salida del día siguiente, ellos desde Valdeón, yo desde aquí, y bajo de nuevo hasta el refugio.
El sol se está poniendo sobre Beza y me ofrece una espectacular puesta de la que disfruto tremendamente mientras ceno en el exterior del refugio acompañado, como no, por la mastina



Poco después llegan cinco chic@s leoneses, que también pasarán la noche aquí. Se acomodan, cenan y charlamos buen rato y antes de ponernos a dormir disfrutamos de un precioso mar de nubes sobre el que destacan Beza y Cabronero

Así como de una espectacular luna creciente.



El Frade. 06 de agosto 2016. 07:57



Mis compañeros de refugio no tienen pensado madrugar demasiado así que cuando las primeras luces del día entran por la ventana en la que dejamos sin echar las contras, apago la alarma del teléfono y comienzo a prepararme haciendo el menor ruido posible para partir.
Los primeros rayos de sol iluminan Beza y Cabronero, justo donde ayer su ocultó brindándome aquella maravillosa puesta

Mis previsiones son hacer a mi ritmo la ascensión de la canal del perro hasta el collado del burro. Soy consciente de mis limitaciones y subir a otro más rápido que el mío, lastraría mis posibilidades para el resto del camino. Ahora, ambas están a la sombra lo cual facilita también las cosas.

Son casi las ocho cuando ya estoy en el collado y nuevamente me pongo en contacto vía guasap con mis compañeros: “Buenos días. Salgo del Frade. Nos vemos camino de vega Huerta” escribo viendo al Tiatordos, Campigüeños y la Llambria iluminados por el sol sobre el Cerro, aún en sombra. Me acuerdo de Carlos Porto, estos días por su Ponga del alma disfrutando de esos parajes.

Las vacas pastan por la cimera del Frade y la cumbre de Los Verdes recibe los primeros rayos de sol. Me encamino hacia allí. Estoy bien.

La vertiente de Valdeón también va despertando

voy ganando altura cómodamente

y aparecen los Mampodres, Ten y Pileñes sobre el Jario

ya casi estoy a la altura de Cabronero y Beza a los que veo desde una aún sombría canal del Perro con Los Verdes bañados por el sol.


Que delicia de ascensión. Poco a poco. Paso a paso. Disfrutando de las vistas.

Corono la canal del Perro y diviso el collado del burro. Hasta él, aún sombra. Bien.

avanzo cómodamente y pronto llega, aunque conocida, la siempre majestuosa visión de la sur de Peña Santa. ¡¡¡La reina del occidental !!! Y como no, a la izquierda de El Gato y la Aguja del Corpus Christi, la Cabra Blanca aún en sombra

Espero unos minutos por si mis compañeros aparecen y ante su ausencia prosigo por el camino del burro hacia Vega Huerta. Voy tranquilamente contemplando hacia atrás, la Bermeja y los Moledizos; la horcada Ancha; el Pardo Pescuezo y la Torre Parda

el macizo central sobre los hoyos del caballo cimero

y ya más cerca de los Tesos de Cotalbín, ¡¡¡cómo no!!! La afilada silueta de La Cabra Blanca en todo su esplendor, sobresaliendo entre los Estribos y el Diente
    (foto tomada con zoom)

En el refugio de Vega Huerta, tan solo unos rebecos despistados a los que me acerco a pocos metros, me reciben.

aprovecho para comer ya que en el Frade no lo hice y espero la llegada de mis amigos que se prolonga más de lo esperado. Un buen desnivel a salvar desde Valdeón así como un ligero retraso en la salida, es la causa. Me sirve para descansar y recuperar, aunque he subido muy bien a mi ritmo. También aligero peso en la mochila y dejo un petate en el refugio con cosas que recogeré por la tarde.

Cuando llegan, ¡¡¡ sorpresa!!! Además de Clemen, Edu, Ana y Agus vienen María, Solita y Juan Carlos con los que hacía tiempo que no coincidía en la montaña. Y Juanjo con Floyd  y Javi a los que no conocía personalmente. Charlamos mientras comen también algo y aprovisionan agua en la fuente de la vega. Queda mucha faena por “lidiar” así que pronto emprendemos camino por la panda herbosa

que desde las inmediaciones del refugio lleva por  El Llastral , una zona de grandes bloques calizos, hacia el collado situado bajo la aguja del Corpus Christi
    (vista atrás de la zona de El llastral con los Tesos de Cotalbín y La Bermeja, al fondo)

y que da paso al jou de La llerona que nos separa de la impresionante vista de la Cabra Blanca, cada vez más cerca.

Descendemos por la derecha del jou para cruzar el pedrero que desde La Forcadona cae a sus profundidades, en busca de la horcada situada entre el Torco y los Estribos, sobre la que asoma en la lejanía, La Torrezuela


vista a medio camino

y desde el mismo punto, hacia atrás

Desde ella, al igual que en el intento que hacía dos años realicé con Yonatan y Nuberu, descrito aquí, descendemos siguiendo el marcado sendero que por una zona de pequeños jous nos lleva a la entrada del grandioso jou de Pozas.


En este punto he de aclarar que el camino correcto de aproximación a la base de la Cabra Blanca parte desde la misma horcada por su izquierda y más alto que el que tomamos, como se ve en esta foto tomada al regreso.
Está jitado, solo hay que fijarse un poco. Evita perder un montón de metros de desnivel y conduce a la parte alta de las terrazas herbosas que siguiendo el camino bajo hay que subir y que a continuación describo.


Repito para enlazar con el último párrafo de la descripción original:
Desde ella, al igual que en el intento que hacía dos años realicé con Yonatan y Nuberu, descrito aquí, descendemos siguiendo el marcado sendero que por una zona de pequeños jous nos lleva a la entrada del grandioso jou de Pozas.

Sin bajar tanto hacia el jou de Pozas como en aquella ocasión, pronto comenzamos a ascender a nuestra izquierda por una serie de terrazas herbosas

Que culminan contra una pequeña pared caliza

que bordearemos por su derecha, siguiendo la última terraza herbosa donde ya encontraremos algún jito, dejando el jou de Pozas a nuestra derecha (aquí enlazamos con el camino correcto que viene de la horcada)

Alcanzamos a continuación una zona de llambrias en la parte baja de Los Estribos, que hemos de cruzar en horizontal, dirigiéndonos hacia la “separación” entre éstos y la base de la Cabra Blanca

lugar donde está el nevero casi permanente

al que accedemos tras ganar unos metros por un inclinado pedrero, antes de atravesarlo.
    (foto: Clemen)

Hasta aquí había llegado con Yonatan y Nuberu en 2014. Y en este lugar, no encontramos por donde auparnos hasta la vira diagonal que sube a la arista de la Cabra.
En esta ocasión, vamos mejor de tiempo que en aquella aunque también es más tarde de lo deseado. Yo me encuentro bien físicamente y mis compañeros me dan una fuerza moral tremenda. Sé que llegaremos a la cima.

También, como entonces, hay alguna duda en esta ocasión de por dónde encarar la salida del nevero y de hecho, realizamos por  tres puntos diferentes el ataque a la zona.

Los tres requieren de trepadas por “chimeneas” bastante descompuestas. Esta zona me pareció la más complicada de toda la ascensión. Serán unos 40 metros de desnivel expuestos y con peligro importante de caída de piedras
                                   (foto: Ana)

Pasado este tramo (la parte alta del nevero ya se ve muy abajo)
    (foto: Clemen)

se alcanza la canal que sirve para ascender a Los Estribos, a nuestra izquierda, y la vira diagonal que surca la pared norte de La Cabra Blanca, tras un contrafuerte frente a nosotros,

y por la que ascendemos con mucha mayor comodidad que este tramo anterior pese a su pronunciado desnivel

Al final de la vira se encuentra un pequeño rellano y a su izquierda una pequeña trepada, dos metros, que nos deja frente al paso en babaresa. El punto que una y otra vez se pasa por la cabeza de quien pretende coronar la Cabra Blanca y que nunca se sabe si se pasará o no.

Confieso que muchas veces lo miré en fotos; que muchas veces hablé de él con amigos que ya lo habían pasado; que….que…..; que no sabría cómo reaccionaría una vez que algún día llegase ante él.

Y ese día había llegado ya. Estaba allí, frente a él.



Cuando llegué al rellano, Agus, Juan Carlos y Edu ya habían pasado y habían puesto un cordino de protección. Javi estaba pasando observado por Clemen. Juanjo estaba del lado de acá con el cordino y María y Solita estaban en el rellano.

Descansé un poco y realicé la trepadina para colocarme al comienzo de la Babaresa. Juanjo estaba ajustando el enganche del cordino mientras Clemen pasaba. Cordino que la verdad es que molestaba más que otra cosa, aunque bien es cierto que en caso de apuro siempre se podría echar mano de él.

Y entonces me tocó a mí.
Respiré hondo. Me cogí al borde de la llambria y comencé a subir. Las botas agarraban perfectamente y progresaba bien con las manos. En ningún momento tuve la mínima sensación de peligro o miedo.Al contrario, disfruté enormemente del tan "temido" paso.

Cuando estaba casi arriba, la pedí a Agus que me hiciese una foto.
                     (foto: Agus)

 Luego me giré y Juanjo estaba con Solita y María ya casi arriba del paso.

Tras la babaresa, en fila según la habían ido pasando, los componentes del grupo ascendían por las llambrias que conducen a la cima.

 Dejé pasar a Juanjo, María y Solita y coroné cuando ya todos estaban arriba.



                   ¡¡¡Estaba en la cumbre de La Cabra Blanca!!! 



Uno a uno abracé a mis compañeros completamente emocionado y fueron muchos los recuerdos que vinieron a mi mente en esos momentos. Sin lugar a dudas la cumbre que en mi vida montañera más tiempo me costó conseguir y más tiempo y esfuerzo le dediqué para ello.

Disfruté enormemente de la compañía de mis amigos y de la cumbre, como no. Nos hicimos las fotos de rigor y las de “inrigor”

 y yo como siempre hice las cuatro panorámicas desde la misma que ahora comparto:

al oeste


al norte


al este


al sur




Tocaba bajar. Entre uno y otro eran las cuatro de la tarde y quedaba mucho que descender así que nuevamente manos a la obra.
Las llambrias


La babaresa en descenso. Sin complicaciones.




Por la vira hacia las chimeneas


El nevero



Y aquí comenzó mi particular descenso a los infiernos.

Tal vez el haber superado la prueba y haber pasado los tramos más complicados; tal vez como más tarde comprobé por haber quemado 500 Kcal y casi no haber ingerido nada; tal vez…..; tal vez….. el caso es que cuando paramos en la horcada entre el Torco y Los Estribos para comer algo, el cuerpo ya no me admitió más que un plátano y a duras penas. Ni chocolate, ni nada sólido más. Ana me dio un sobre de concentrado de azúcares y fue tomarlo, beber agua y devolver. Momentáneamente me sentí mejor y en el descenso bordeando la Llerona, me encontré bien


Sin embargo, por la zona de El Llastral, tuve algún indicio de sobrecarga en las piernas. Llegué a Vega Huerta y recuperé algo en la parada que hicimos en la fuente pero el gran error que cometí  fue iniciar el descenso con mis amigos por la canal de Capozo.

Creía que débil como me encontraba sería mejor que desandar solo el camino hacia Vegabaño aunque la buena elección, ahora lo sé, habría sido quedarme a dormir en Vega Huerta y que ellos avisasen desde Valdeón a mi familia de que llegaría al día siguiente. No hice lo correcto. Tomé la decisión equivocada y comencé el descenso con ellos hacia los puertos de Cuba para embocar la canal de Capozo.



Ya en ese descenso comencé a quedarme atrás

En la parte alta de canal de Capozo comencé a sentirme flojo, muy flojo y Clemen y Edu se quedaron conmigo. Nos reagrupamos todos de nuevo en la fuente de la canal y a partir de ahí comenzó lo peor. Estaba sufriendo física, cada vez mis paradas para recuperar fuerzas eran más frecuentes y más largas, y mentalmente, cada vez veía más abajo el fondo de la canal y me atormentaba ver que la luz se iba yendo y mis compañeros iban lastrados por mí.

Si algo bueno tiene el cumplir años, es que a estas alturas de la vida, me conozco perfectamente y sabía que de no hacer un descanso prolongado mi cuerpo iría a peor, al igual que mi concentración y psicomotricidad. En estas condiciones de descenso, nos pillaría la noche a media canal y no conseguiríamos  llegar ninguno a Cordiñanes.
La decisión estaba clara y pese a ello me costó el convencerlos casi más esfuerzo que seguir en pié. Tenía ropa adecuada y suficiente; equipo adecuado y suficiente; la necesidad de parar cuando menos dos o tres horas para no caer en un estado físico que para entonces y de seguir descendiendo podría llegar a ser preocupante y peligroso; no había ningún peligro existente ni personal ni ambiental….así que llegados a la zona del bosquete de avellanos y tras una larga charla, me quedé a vivaquear en un lugar apropiado junto al sendero

Cambié la ropa sudada por otra seca y térmica; preparé el lugar para pasar la noche con las capas de agua; el saco y la manta térmica; intenté comer algo sólido sin conseguirlo y con los Urrieles enfrente
pronto me dormí. A lo largo de la noche, recuerdo que bebí agua en numerosas ocasiones.



Canal de Capozo. 07 de agosto 2016. 07:35



Con las primeras luces del día me despierto bastante recuperado ya. Los Urrieles, al igual que ayer las buenas noches, me dan hoy los buenos días.

Recojo las cosas, preparo la mochila e inicio el descenso. Desde el lugar donde vivaqueé, aún queda y así se ve lo que resta de descenso.



Me preocupa donde les habrá pillado la noche ayer a mis compañeros.

Desciendo unos metros y hago una foto del lugar (un poco por encima de ese árbol) cuando los rayos de sol comienzan a iluminar los altos calizos.

El sendero aún serpentea perdiendo considerable altura en pocos metros. Llevo una media hora de descenso que sin lugar a dudas ayer me habría costado realizar en más de hora y media, cuando me topo con tres de mis compañeros y Floyd con ellos que están subiendo a mi encuentro.
¡¡¡ Alegría!!!
Comentamos cómo les fue el descenso ayer; como pasé la noche; sobre las preocupaciones surgidas… y reiniciamos el descenso. Voy bien. Flojo, pero bien. E infinitamente mejor que si ayer hubiese seguido. En hora y media llegamos a Cordiñanes.

En las condiciones de ayer, habría sido un infierno y no habría llegado. Estoy seguro. Tienen el coche junto al mirador. Nos vamos hasta Posada donde nos reunimos todos los que allí están ( otros están en Maraña y algunos regresaban ayer mismo a sus domicilios) y donde me doy una reparadora ducha.
 Mientras vienen a buscarme desde Soto de Sajambre, tomamos una también reparadora clara ¿o fueron dos?



antes de dar por concluida esta estupenda e inolvidable ruta.

Y esto es todo. Espero que os haya gustado.
Hasta pronto.

Los horarios orientativos de la ruta a pié son los siguientes:
Soto de Sajambre – Vegabaño………………………………..45 mn (por el camino viejo)
Vegabaño – refugio del Frade…………………………………90 minutos
Refugio del Frade – collado del burro……………………..60 minutos
Collado del burro – vega Huerta……………………………..40 minutos
Vega Huerta – entrada jou de la Llerona………………..30 minutos
Bordear la Llerona hasta la horcada………………………..37 minutos
Horcada- nevero……………………………………………………..25 minutos
Nevero – vira diagonal (zona chimeneas)……………….25 minutos
Vira diagonal – babaresa………………………………………….15 minutos

Babaresa – cumbre………………………………………………….05 minutos







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9 comentarios:

  1. He leído hasta la última de las palabras compañero. Soy muy sensible, no lo puedo remediar; estas cosas me emocionan. Llega un momento (dadas mis condiciones físicas, semejantes, creo yo a las tuyas), que me parece que soy yo el que estoy experimentando esas vivencias. Tu reto de la Cabra Blanca, es similar al mio con la ascensión al Torrecerredo. Tuve que superar muchas cosas en contra, pero tal vez el miedo a las alturas, fue el que alcanzó un grado superior. Lo conseguí y me siento muy feliz por ello.
    No deja de sorprenderme tu relato, pues sabía de vuestra ruta, por comentarios e imágenes de tus compañeros de "excursión", pero desconocía por completo las incidencias posteriores. Si yo hubiese estado en tu lugar, creo que hubiese obrado de la misma forma y manera que lo has hecho tu compañero. Conozco a la perfección mis limitaciones montañeras y no soy partidario tampoco, de causar transtornos al resto de amigos que me suelen acompañar durante las jornadas montañeras.
    Me imagino que las preocupaciones que sentiste, eran por partida doble; en primer lugar por tus compañeros y el segundo, y tal vez el más importante, por tu familia.
    Al margen de todo esto, que ya será un recuerdo imborrable y casi irrepetible, para ti, quiero expresarte mi más profunda admiración por tu tenacidad y firmeza. Compañeros como tu, son los que, ya quisiera tener para mi. Recibe mi más sincera enhorabuena y mi profundo respeto.
    Ojalá algún día, pueda experimentar la satisfacción de poder caminar a tu lado; tendrás en mi, un fiel seguidor en tus andanzas.
    ¡Felicidades amigo mio, felicidades!

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  2. Muchas gracias Viti por tus palabras. Creo de verás que somos muy parecidos en nuestra forma de ver y amar las montañas. Una vez hemos hecho un corto recorrido descendiendo de paña Tromeu y sabes que también estaré encantado de compartir ruta contigo en cualquier momento. Un abrazo.

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  3. Un placer lleer actividaes con tanto sentimiento y con tanta bona cabeza a la hora de tomar decisiones. Tengo pendiente la Cabra Blanca pero sé que voi alcordame de la vuesa ascensión cuando la faiga.

    Un abrazu... Berto

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  4. Ay Jose, me he emocionado mucho leyendo el relato... y eso que lo viví todo en primera persona. Eres un ejemplo en muchísimos sentidos, y gracias a tí he aprendido otra lección más de las montañas y quizás una de las más importantes...
    Un abrazo fuertísimo y hasta la próxima, que espero que sea pronto!

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  5. Gracias Jose por compartir tu experiencia, enhorabuena por el reto conseguido,me encantó tu relato y volví a revivir nuestra anterior rxprtirncia. Felicidades!!!!

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  6. Hola Jose. Soy Daviz, nos conocimos en el Meicin. Un placer charlar contigo y escuchar a una persona con tanta experiencia en montaña. Un saludo y te sigo por el blog

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    1. Gracias Daviz. Espero que coincidamos alguna vez más en la montaña. Saludos

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  7. Hola Jose... de verdad, emocionante todo lo que he leído... Primero felicitarte por el reportaje que te has currado cosa fina, y en segundo lugar dejar patente mi admiración, personas así que aman la montaña como lo haces tu son las que hay que tener al lado en cualquier ruta y no esos que parece que van a batir un record olímpico y que no se fijan en lo que tienen alrededor, mi más sentida enhorabuena y respeto, tanto como persona como montañero.
    Por cierto, si tengo que pasar la noche yo solo en medio de la montaña me da un jamacuco... jajaja, en mi vida en bibaqueado en el monte, y si tuviese que hacerlo solo muy mal me tendría que ver para hacerlo, por lo que mi admiración por ti todavía es mucho mayor.
    Un saludo MONTAÑERO (lo pongo con mayúsculas a propósito) y espero poder hacer una ruta pronto contigo, eso sí, si es posible sin bibaquear... jajaja...
    Hasta Pronto!!!!

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